“Por la dignidad y los derechos de los policías”, esa es la consigna de una marcha pautada para este lunes, donde familiares y amigos de miembros de la uniformada buscan reivindicaciones salariales y de otros servicios para los mal pagados agentes.
Es muy difícil y gris para un hombre no poder expresar y reclamar lo que siente por ser parte de un organismo tan cerrado como la Policía Nacional, el temor es ser castigado y califiquen su acción como una insubordinación o rebeldía, pero los tiempos cambian y cada día son más los que dan el paso y reclaman sus derechos.
Con rasos, cabos y sargentos ganando menos de 10 mil pesos mensuales, no es verdad que se podrá tener en esa entidad un personal pulcro, ético e incorruptible. Los de mayor rango tampoco garantizan esas cualidades.
No todos los policías son corruptos y no todos caminan por el lema: Ley y Orden, lo que si es cierto es que se necesita un cambio estructural de ese cuerpo, no solo es salario, también está la salud, la vivienda, la educación y hasta recreación de sus miembros, pero también mano dura para los indisciplinados.
En la sociedad dominicana se critica mucho el comportamiento de los uniformados, y aunque se les condene, son el reflejo de lo que somos como país.
Esta lucha que pretenden librar para beneficiar a los agentes y quitarles los “sueldos cebollas” no les será fácil, porque hay a quienes les favorece el caos de la Policía Nacional, pero el estribillo de la canción de Vakero: Ya viene el “hombre gris” te apuesto que pa’ pedí, debe llegar a su fin.
