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Vázquez, gladiador de la lucha antitabaco que gobernará por segunda vez Uruguay

Gladiador incansable de la lucha antitabaco y primer izquierdista en gobernar Uruguay, Tabaré Vázquez ocupará a sus 74 años por segunda vez el sillón presidencial, con un gobierno que será menos mediático a nivel global que el de su antecesor José Mujica.

Con un estilo sobrio y gran voz de mando dentro del izquierdista Frente Amplio (FA), este socialista, médico, empresario y masón se adueñó del respeto y el cariño de la mayoría de los uruguayos, terminando su mandato (2005-2010) con una aprobación superior del 70%.

Nacido en una familia obrera, Vázquez trabajó de carpintero, administrativo y hasta fue mozo para costear sus estudios de Medicina.

«Yo provengo de un hogar muy humilde y pude estudiar, en la escuela pública, el liceo público (…). Soy producto de todo eso y me siento profundamente agradecido y comprometido con la sociedad uruguaya», aseguró en una entrevista reciente con el canal VTV.

Graduado en 1969, dedicó su carrera a la oncología después de que, entre 1962 y 1968, su hermana, su madre y su padre fallecieron de cáncer.

Ni las desgracias familiares ni las dificultades económicas frenaron la ambición de este médico que tuvo en su esposa, María Auxiliadora, su gran sostén.

Tabaré y María Auxiliadora se conocieron en la adolescencia en el populoso barrio de La Teja, en una kermesse (festival) del colegio Divina Providencia de la comunidad salesiana, según relata el libro «Tabaré Vázquez, misterios de un liderazgo que cambió la historia».

El matrimonio llegó cuando Vázquez tenía 23 años y cursaba segundo año de la carrera de Medicina. Juntos forman una familia con cuatro hijos -uno de ellos adoptivo- y once nietos.

Los festejos de las ‘bodas de oro’ de la pareja llegaron días después de que el expresidente ganara la primera vuelta de estas elecciones, el pasado 26 de octubre.

Rompió esquemas 

Curiosamente, uno de los máximos dirigentes de la izquierda uruguaya hizo su carrera universitaria alejado de la militancia estudiantil en la turbulenta década de los 1960 — en la que el actual presidente saliente José Mujica tomó las armas en el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros –, algo que ha atribuido a sus obligaciones laborales y familiares.

Tras más de una década como exitoso dirigente del modesto club de fútbol Progreso, en 1983, hacia el final de la dictadura, Vázquez se unió en forma clandestina al Partido Socialista, iniciando una carrera política meteórica.

La prueba de su carisma llegó en 1989 cuando ganó la intendencia (alcaldía) de Montevideo.

Como candidato a la presidencia, luego de dos frustrados intentos en 1994 y 1999, Vázquez se hizo con la victoria en 2004 y fue investido con la banda presidencial el 1 de de marzo de 2005.

Durante su mandato se aprobaron reformas tributarias y sanitarias; se creó un plan que combatió la emergencia social que vivía el país tras su mayor crisis económica (2001-2002); se implementó el Plan Ceibal, que dota a todos los escolares con una computadora y se crearon duras normas antitabaco, que enfrentaron al país con la tabacalera Philip Morris.

Además, se reactivaron las investigaciones contra represores de la dictadura.

Pero no todo fueron rosas para el socialista a lo largo de su mandato y vetar una ley que legalizaba el aborto se transformó en uno de los momentos más duros de su gobierno, ya que esa decisión despertó una fuerte polémica dentro del FA.

Sin embargo, la polémica mayor llegó en 2011 cuando ya estaba fuera de la presidencia, al confesar que se había planteado la posibilidad de un enfrentamiento bélico con la vecina Argentina por la instalación de una planta de celulosa en un río limítrofe, para el que pidió apoyo a Estados Unidos.

Ante las críticas de parte de Argentina y dentro de su propio partido, Vázquez pidió disculpas al país vecino y se retiró de la política brevemente, pero regresó ante el clamor de su partido y de la población, que lo considera el candidato de oro de la izquierda.

A diferencia de su primer mandato, el presidente electo de Uruguay adelantó que dejará de lado por primera vez desde su graduación la medicina y no ejercerá como médico.

En cambio, mantendrá su decisión de seguir viviendo en su residencia personal y prescindir de la casa de gobierno.

 

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