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Tras paso de supertifón Haiyán, comunidad internacional se moviliza para ayudar Filipinas

Afectados por tifón en Filipinas (AP)

Un enorme esfuerzo de ayuda internacional se está poniendo en marcha en Filipinas, al momento que la situación dejada por el tifón Haiyán, una de las tormentas más poderosas de las que se tenga registro, comienza a ser más clara.

El director de la Cruz Roja de Filipinas describió la devastación como un caos absoluto.

Richard Gordon le dijo a la BBC que están tratando de limpiar los caminos para poder llevar alimentos, ropa, medicinas y agua potable a las áreas más remotas.

Las autoridades locales creen que miles de personas murieron en la provincia central de Leyte por causa del impacto directo del supertifón el viernes y otros cientos en el resto del país.

Además, al menos cuatro millones de personas han resultado afectadas y miles luchan por sobrevivir sin alimentos, refugio o agua potable.

Sin embargo, la precariedad en las comunicaciones impide que haya reportes precisos de la situación.

En tanto, el tifón ya ha tocado tierra Vietnam, cerca de la localidad turística de Ha Long Bay, pero con una categoría mucho más reducida y vientos sostendidos de 140km/h.

Esfuerzo local e internacional

Aviones militares y naves estadounidenses han comenzado un enorme despliegue para llevar ayuda a los afectados.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, dijo que estaba profundamente entristecido por la pérdida de vidas.

La Unión Europea ha donado US$4 millones como ayuda de emergencia.

Otros países se han comprometido con millones de dólares en ayuda y las agencias de ayuda internacionales ya están volando suministros de emergencia.

El papa Francisco también hizo un llamado para envíar ayuda al país de mayoría católica: «Lamentablemente hay muchas víctimas y el daño es enorme. Vamos a tratar de proporcionar una ayuda más concreta».

No hay acuerdo en las cifras de afectados

Mientras las cifras extraoficiales y los reportes de campo hablan de decenas de miles de víctimas mortales en la isla de Leyte, el Consejo para la Gestión y Reducción de Desastres prosigue con el lento recuento oficial de fallecidos.

El último informe del organismo gubernamental filipino cifra los muertos por el tifón en todo el país en 255, con 71 heridos y 38 desaparecidos, y asciende el número de afectados en casi 9,7 millones de personas y 615.000 desplazados, de los cuales 433.000 se encuentran alojados en los 1.444 centros de evacuación.

Haiyan, que hoy golpeó el territorio vietnamita tras perder intensidad a su paso por el Mar del Sur de China, se adentra debilitado como tormenta tropical en las provincias del sur de China.

Mientras tanto, en el país, el ejército de Filipinas ha desplegado equipos de emergencia aéreos para llevar suministros básicos a las comunidades afectadas.

Miles de tropas han sido desplegadas en las zonas de desastre. Sin embargo, los rescatistas continúan siendo obstaculizados por la devastación y los caminos cerrados.

Hablando desde Tacloban, una de las ciudades más afectadas por el supertifón, el presidente filipino, Benigno Aquino, dijo que la prioridad es restablecer la energía y las comunicaciones.

Desde el aeropuerto de esa ciudad, el periodista de la BBC Rupert Wingfield-Hayes describió escenas de total devastación.

«Las instalaciones del aeropuerto están destruidas pero cientos de personas hacen cola para tomar cualquier avión que los saque de aquí, porque no hay agua, no hay comida, no hay electricidad, y ya existen rumores de saqueos en la ciudad».

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