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Obama atraviesa peor momento de su mandato

Barack Obama

Washington. – El presidente de EE.UU., Barack Obama, afronta una crisis de confianza por los problemas en la aplicación de la reforma sanitaria, la imposibilidad de sacar adelante la reforma migratoria y la falta de logros en política exterior que lo ha colocado en uno de los peores momentos de su mandato.

Esta semana una encuesta de la Universidad Quinnipiac reveló que, por primera vez desde que llegó a la Casa Blanca en 2009, una mayoría de los estadounidenses (un 52 %) no ve a Obama como un hombre honesto y digno de confianza. Además, el índice de aprobación a su gestión ha caído al 39 %, al mismo nivel que registraba el expresidente George W. Bush al final del primer año de su segundo mandato.

El último mes «ha sido malo» para Obama, comentó a Efe Roberto Izurieta, profesor de la Universidad George Washington. «Yo no soy un hombre perfecto y no voy a ser un presidente perfecto, pero me voy a levantar cada día para trabajar tan duro como pueda en nombre de los estadounidenses de todos los ámbitos que están trabajando duro para cumplir con sus responsabilidades», dijo hoy Obama en una comparecencia en la Casa Blanca.

Además, admitió que «es legítimo» que los ciudadanos esperen de él que recupere algo de la «credibilidad» perdida sobre la reforma sanitaria y otros asuntos de su agenda. Su comparecencia de hoy estuvo destinada a anunciar cambios con los que pretende mejorar la aplicación de la reforma sanitaria y tratar de recuperar la confianza en su Gobierno, seriamente dañada por los problemas en la web www.HealthCare.gov y la política de cancelación que afecta a algunos planes médicos.

Según Izurieta, el «fiasco» en la puesta en marcha de esa reforma, promulgada en 2010 y considerada el mayor logro doméstico de Obama, «es un fracaso que no debía haber sucedido». Pero los problemas van más allá, ya que, de acuerdo con un reciente sondeo de Gallup, la población también tiene dudas sobre la gestión económica y en política exterior de Obama, así como sobre si tiene un plan claro para resolver las principales preocupaciones de los estadounidenses.

«Nunca olvidaré a Bill Clinton diciendo sobre Barack Obama y su agenda que era el mayor cuento de hadas que había visto nunca», comentó el martes a CNN la excandidata republicana a la vicepresidencia Sarah Palin, en alusión a unos comentarios del expresidente cuando hacía campaña a favor de su mujer, Hillary, en las primarias demócratas en 2008.

Y Clinton «tenía razón, porque Barack Obama no estaba calificado, no estaba preparado» para asumir la presidencia, agregó Palin resumiendo el sentir de muchos de sus colegas republicanos. Lo cierto es que la oposición no se lo está poniendo fácil a Obama y ayer mismo el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, descartó que ese órgano vaya a considerar el proyecto de ley sobre la reforma migratoria aprobado por el Senado, una postura que hunde las esperanzas de aprobarla este año.

En respuesta, Obama declaró hoy que no hay razones para no aprobar esa reforma, que es una de las prioridades de su agenda, y criticó que se busquen «excusas» para no avanzar en un acuerdo que ya ha sido respaldado por ambos partidos en el Senado.

A la falta de avances en las prioridades en el ámbito doméstico se ha unido el daño evidente a la política exterior que ha tenido el escándalo del espionaje estadounidense a gobiernos y líderes aliados, muchos de los cuales han perdido confianza en Obama. Si hubiera «un logro» en las negociaciones nucleares con Irán o hacia la paz entre israelíes y palestinos, «eso definitivamente ayudaría» a Obama, afirmó Izurieta.

El mandatario pidió hoy precisamente al Congreso de EE.UU. «dar tiempo» a Irán para que demuestre su seriedad en las negociaciones nucleares y retrasar mientras tanto la imposición de nuevas sanciones, porque aseguró que Washington «no perderá nada» en caso de que el intento diplomático fracase.

Los ministros de Exteriores de seis grandes potencias (EE.UU., Rusia, Francia, China, Reino Unido y Alemania) estuvieron la semana pasada cerca de cerrar con Irán un acuerdo para levantar algunas de sus sanciones a cambio de que Teherán congele por completo varias partes de sus actividades nucleares.

Mientras, israelíes y palestinos reanudaron el proceso de paz en julio bajo fuertes presiones de Washington, aunque no se ha informado de avances y ayer se supo que el equipo negociador palestino ha renunciado en pleno por lo que considera una falta de seriedad de Israel.

Pese a todo, Izurieta cree que la actual coyuntura «no debe hacer perder la perspectiva» y a Obama «se le va a evaluar principalmente» por su manejo de la economía tras la grave crisis de 2008, porque es esa es todavía «la principal preocupación de los votantes» y lo que «va a marcar su legado».

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