Miles de haitianos pidieron en las calles de Puerto Príncipe la renuncia del presidente Michel Martelly y reclamaron mejores condiciones de vida en el país caribeño, el más pobre de América.
Los manifestantes, convocados por sectores de la oposición y seguidos de cerca por agentes de la policía y por cascos azules de la Misión de la ONU para la Estabilización de Haití (Minustah), llevaban en las manos cucharas y platos para reclamar alimentos.
La manifestación transcurrió en relativa calma por los populosos barrios capitalinos de Bel Air, Dessalines, Delmas y Petionville, pero en otra movilización en Cabo Haitiano, la Policía usó gases lacrimógenos para disolver a los manifestantes, según reportaron medios locales.