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Exceso velocidad y falta de sistema automático de control, claves del desastre ferroviario

Accidente ferroviario en España

El maquinista avisó a la estación que circulaba a 190 km/h, cuando tenía que circular a sólo 80 km/h. Renfe dice que la formación «no tuvo problemas operativos». Pese a tratarse de una línea de alta velocidad, el tramo de la tragedia no contaba con un dispositivo para limitar automáticamente la velocidad.

Quienes investigan el descarrilamiento del tren que dejó al menos 80 muertos y cientos de heridos en Galicia, manejan la hipótesis de que la tragedia fue provocada por una mezcla entre el exceso de velocidad y la falta de sistemas de control en la línea. Un componente humano y un error técnico.

Según indicó el diario español El Mundo, la red de alta velocidad por la que circulaba el tren accidentado utiliza un sistema de seguridad europeo llamado ERMTS (Sistema Europeo de Gestión del Tráfico Ferroviario).

“El sistema se constituye por una serie de dispositivos en la vía que impiden al maquinista exceder la velocidad máxima de la zona”, indicó El Mundo. Explicaron que cuando llega a una señal, es el propio tren el que disminuye automáticamente e incluso le avisa al maquinista.

“Sin embargo, el tramo en el que descarriló el Alvia no contaba con este mecanismo de frenado europeo, que se usa en las líneas de alta velocidad y está homologado por la Unión Europea”, escribieron.

Por su parte, el diario El País coincidió con la información e indicó que el exceso de velocidad en una curva cerrada es “la causa más probable del descarrilamiento”. Pero además aclaró que aunque esto haya sido determinante se barajan otras circunstancias.

“La que más debate está causando es el sistema de seguridad y de frenada. El instalado en el tramo del siniestro, denominado ASFA, es el que se usa en una vía convencional, y solo permite frenar el tren automáticamente en caso de que este supere los 200 kilómetros por hora. De otra forma, deja en manos del maquinista la decisión de reducir la marcha del convoy, aunque le avise de que circula con exceso de velocidad”, informó el periódico.

Según el texto del diario, el sindicato de maquinistas (Semaf) se agarró de ese dato para asegurar que la tragedia “se podía haber evitado” si en la estación de Santiago hubiera funcionado el sistema de seguridad ERTMS, más avanzado que el ASFA y el que se usa en las líneas de alta velocidad, “puesto que hubiera detenido el tren automáticamente”.

En tanto, el maquinista quedó imputado y mañana declara ante el juez, indicaron fuentes del tribunal. El conductor de la formación continuaba este jueves en el Hospital Clínico de Santiago y custodiado por la Policía, tras sufrir algunas heridas en el accidente.

El hombre gritó: “Voy a 190 kilómetros por hora”. Poco después del accidente, atrapado por los hierros en la cabina de conducción, volvió a comunicarse con el control: “¡Somos humanos, Somos humanos! Descarrilé, descarrilé. Nunca me lo podré quitar de mi conciencia”.

Además, una supuesta publicación del maquinista en su Facebook, en la que se jactaba de andar al límite (“Qué gozada sería ir en paralelo con la guardia civil y pasarles haciendo saltar el radar”), repercutió fuerte en los diarios locales y lo dejó en el ojo de la tormenta.

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