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España es el mayor exportador de vino a República Dominicana

Fuente Externa

Santo Domingo. – Ya lo dice el refrán, «el buen vino, venta trae consigo». Según la información aportada por la oficina comercial del ICEX en Santo Domingo a Efe, «España es el mayor exportador de vino a República Dominicana».

Es más, en la oficina comercial española apuntaron que sus exportaciones «son casi el 50 por ciento del total de importaciones del país dominicano», seguidas por las de Chile con más del 30 por ciento.

El analista de la oficina comercial española, Norberto Barrera, quien llegó a la isla hace treinta años, destacó las acciones de promoción y degustación realizadas por las instituciones españolas en el país, como ICEX y Cámara de Comercio.

«Gracias a estas acciones» -dijo Norberto- «el pueblo dominicano ha ido incorporando un paladar más fino y una cultura del vino», que ha hecho que en la actualidad exista en la República Dominicana «un consumo refinado de vino».

España -según los datos que maneja la oficina comercial española- se ha posicionado como el mayor exportador de vino a la República Dominicana con 9,3 millones de euros durante el año 2012 y con un crecimiento del 6,3 por ciento con relación al mismo periodo del año anterior. Lo que hace del país caribeño un mercado atractivo para el vino.

Además, en la oficina comercial ICEX aseguraron que, respecto a la percepción que tiene el dominicano del vino español, España «ocupa el primer lugar en cuanto a reconocimiento y posición del vino por países» y el vino español es valorado como «bueno y de buena calidad».

El consumo per cápita de los dominicanos de vino español, «es uno de los más altos del mundo sin contar con los países de la Unión Europea», indicaron.

Por provincias, la principal exportadora es Barcelona, «esto se debe al cava», sostienen en el ICEX.

De hecho, los vinos espumosos han crecido, llegando a superar los 1,4 millones de euros anuales. A Barcelona, le siguen Valladolid, Murcia y La Rioja. «Gracias a la Unión Europea se logró que el arancel fuera 0 por ciento», afirman en la oficina comercial española. Sin embargo, los impuestos «son muy elevados», en función del grado de alcohol y el precio, explicaron.

La oficina comercial mantuvo que exportan a la isla «casi cien bodegas españolas y se importan más de doscientas marcas españolas de vino».

Los españoles vuelcan sus exportaciones sobre un grupo reducido de importadores y grandes superficies en el país dominicano. Según un estudio de mercado de vinos en la República Dominicana, de la oficina comercial Pro-Chile, entre las principales fuentes de distribución destacan los supermercados y los «resorts todo incluido», representan cada uno el 30 por ciento de la distribución de vino en el país dominicano.

Las tiendas especializadas representan el 20 por ciento y muchos cuentan con puntos de venta en sus establecimientos, conocidos como Enoteca, donde hacen degustaciones, catas temáticas y catas selectivas, entre otras actividades.

Los restaurantes, entre otros, captan el 18 por ciento de la distribución de vinos en el país, estos venden todo tipo de vino, de todos los precios. El informe de la oficina comercial chilena también señala que la tendencia del mercado de vino «es el creciente potencial para los vinos blancos, rojos, y las champañas.

Mientras los vinos con precios que oscilen entre 250 y 450 pesos dominicanos (alrededor de 7 y 10) son los que van a tener el mayor crecimiento». Asimismo, explica que el crecimiento del turismo, de la clase media dominicana, de los restaurantes, y de los supermercados ayuda en el futuro desarrollo de este subsector de la economía dominicana.

En cuanto al perfil del consumidor de vino en el país dominicano, hay varios tipos. Por un lado, el consumidor de vino caro, «el que está bien informado, suele realizar su compra en tiendas especializadas y participa en cursos, catas y degustaciones».

También existe el turista que pide vino a la carta en los «resorts», una iniciativa que -apuntan- «se está generalizando debido a su éxito». Y por otro lado, están los turistas de los «resorts» que consumen vino contenido en el régimen «todo incluido», que se importa a granel, generalmente en garrafas.

Por su parte, el consumidor de clase media-alta realiza su compra por inducción, señalan que tiene «un desconocimiento general del vino y su elección está basada en percepciones de calidad, búsqueda de reconocimiento social y precio». En el caso de aquellos que poseen niveles de renta inferiores, el precio pasa a ser el único criterio de compra.

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