La semana pasada, fueron millones las personas que demostraron su tristeza por la muerte delquerido actor Robin Williams en sus redes sociales. La inmensa mayoría de ellas nunca lo conocieron fuera de la gran pantalla, por lo que el tributo de su hija Zelda Williams, quien utilizó su cuenta de Instagram para despedirse por medio de una cita de la novela El Principito, fue muy especial. En respuesta, obtuvo muchos mensajes positivos, pero también una gran cantidad de comentarios ofensivos. Zelda decidió por lo tanto abandonar por tiempo indefinido sus cuentas en redes sociales.
En un mensaje en su blog explicando la decisión, agradeció a quienes le han dado muestras de afecto, y dedicó un párrafo lleno de humor a quienes la acosaron:
Para quienes él significó algo, y que me están mandando palabras amables, sepan que una de sus cosas favoritas en el mundo era hacerlos reír. Para quienes están mandando negatividad, sepan que una pequeña y risueña parte de él está enviando a una bandada de palomas a sus casas para que hagan sus necesidades en sus autos, justo después de que los hayan lavado. Después de todo, a él también le gustaba reír.
Como consecuencia de esta situación, que fue cubierta en diversos medios, Twitter envióun comunicado al diario The Washington Post en el que su vicepresidente de seguridad y confianza, Del Harvey dijo:
No toleraremos abuso de esta naturaleza en Twitter. Hemos suspendido ciertas cuentas relacionadas a este hecho por violar nuestras reglas, y estamos en el proceso de evaluar cómo podemos mejorar nuestras políticas para manejar mejor situaciones trágicas como esta. Esto incluye expandir nuestras políticas en el tema de autodestrucción e información privada, y mejorar el apoyo a familiares de usuarios fallecidos.
Es lamentable que la red social haya esperado a un caso de tan alto perfil para considerar cambios en sus políticas respecto al acoso de sus usuarios, ya que una gran cantidad de personas han manifestado anteriormente quejas por el poco respaldo que se ofrece a quienes reciben amenazas o mensajes intimidatorios en Twitter. Sin embargo, celebramos que en esta ocasión los directivos hayan tomado en serio el problema, y encontrarán formas de solucionarlo.
