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El dominó como herramienta de vida en Jamaica

Dominó en jamaica (AP)

KINGSTON, Jamaica (AP) — Estudiantes de algunos de los barrios más conflictivos en la capital de Jamaica juegan dominó con fichas de madera sobre un pupitre, piensan su próxima jugada y hacen bromas sanas de sus rivales.

«Ni modo, se acabó el juego. Nadie puede impedirlo», dice Chevon Brown, de 20 años, quien azota su ficha, o «hueso», y pinta una sonrisa.

Estos jóvenes, hombres y mujeres, no matan simplemente el tiempo.

El gobierno enseña mediante un programa estrategias de dominó a los adolescentes y veinteañeros de barrios del centro de la ciudad donde hay pandillas.

El propósito es impedir que este sector se convierta en una estadística del crimen o caiga en la delincuencia en momentos en que el desempleo alcanza 38% y las buenas oportunidades son escasas.

Llámesele el efecto dominó de Jamaica: jóvenes en riesgo que aprenden a ver la vida a través del prisma de un juego engañosamente sencillo.

Bajo la guía del funcionario del Ministerio de Justicia que diseñó el programa «Dominó por la vida», los participantes afirman que el juego los ayuda a cavilar posibles resultados y a desarrollar habilidades a medida que aprenden a conectar los puntos en la vida real.

«La vida es un juego, como el juego de dominó. Nos enseña a tener paciencia y a preparar una estrategia en la vida para superar todos los obstáculos y barreras que enfrentamos», dijo el estudiante Carlington Pryce, del barrio pobre de Denham Town, en el oeste de Kingston.

En Denham Town los toques de queda policiales son frecuentes y los jóvenes son víctimas de tiroteos, encarcelamiento y desatención.

El dominó data de hace siglos y ha penetrado profundamente en el tejido cultural del Caribe, desde las playas de Barbados hasta las plazas de Puerto Rico.

En Jamaica el dominó es casi una obsesión para muchas personas a los que se les ve jugarlo por las tardes, reunidas sobre mesas en las esquinas o en el exterior de bares en ciudades y poblados rurales.

El estilo de juego es ruidoso y predominantemente masculino. El gobierno reconoce oficialmente como un deporte las competiciones de dominó.

La Asociación Nacional de Dominó, que regula el juego en esta isla tropical de 2,7 millones de personas, también lo enseña en las escuelas para mejorar la autoestima de los jóvenes.

En la página de internet del grupo los entusiastas lo describen como un juego cerebral que incluso contribuye a despertar la conciencia social, mejorar la moral y elevar el orgullo de pertenecer a una comunidad.

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