El presidente del Comité Nobel, Thornjorn Jagland, se mostró hoy convencido, durante la entrega del Premio Nobel de la Paz a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), de que el ideal de un mundo sin ese tipo de arsenales es posible.
Jagland comenzó su discurso en la ceremonia oficial organizada en el ayuntamiento de Oslo con un recuerdo de la Convención sobre las Armas Químicas de 1997, que prohíbe por completo el uso, la posesión y la fabricación de ese tipo de armas.
«¿No es hermoso?. En realidad es algo más que hermoso, es algo que podemos alcanzar», dijo Jagland.
El que la meta sea alcanzable, según Jagland, se debe en buena parte al trabajo de la OPAQ durante los últimos 16 años, una labor que ha hecho a la organización merecedora del Premio Nobel de la Paz.
