Adén.- Ataques aéreos encabezados por Arabia Saudí y dirigidos a rebeldes chiís en todo Yemen dejaron al menos cinco muertos en la ciudad portuaria de Adén, en el sur del país, y alcanzaron un depósito de armas en la capital, que está en poder de los rebeldes, de acuerdo con las autoridades y testigos.
Los cinco quedaron enterrados bajo los escombros de dos casas. Las incursiones en Adén apuntaban a una colina donde se encuentra el palacio presidencial y un lugar de reunión de los rebeldes hutíes, así como unidades militares leales al ex autócrata Alí Abdulá Salé, dijeron testigos.
Los ataques en Saná, la capital, alcanzaron el monte Fag Atan, donde se encuentra un gran depósito de armas en el cual, según fuentes oficiales, había misiles balísticos. Al menos 38 personas murieron la semana pasada cuando las incursiones aéreas arrasaron las casas vecinas.
Aviones saudíes también incursionaron en las ciudades de Saada y Taiz, en el norte y oeste respectivamente.
En Taiz, la tercera ciudad del país, los hutíes y sus aliados salieron en gran número a responder a los ataques aéreos, dijeron testigos y fuentes oficiales.
Todos hablaron bajo la condición de anonimato, los funcionarios por no estar autorizados a informar a la prensa y los testigos por razones de seguridad.
El lunes se produjeron intensos combates en torno a edificios del gobierno y las fuerzas de seguridad en el centro de Taiz, con unos 20 civiles muertos y decenas de heridos.
El objetivo de la campaña aérea, que comenzó el 26 de marzo, es derrotar a los rebeldes y reinstaurar al presidente Abed Rabbo Mansour Hadi, reconocido por la comunidad internacional, quien huyó del país el mes pasado. Estados Unidos respalda la campaña sin intervenir directamente.
La coalición anunció la semana pasada el fin de su operación inicial, llamada “Tormenta decisiva”, y su reemplazo por una misión de menor envergadura llamada “Renovación de esperanza”. El anuncio generó esperanzas de un cese de fuego, pero los combates continúan.
