Estados Unidos.- Un niño de 10 años de edad identificado como Caleb Schwab, hijo del representante Scott Schwab, de Kansas, murió este domingo en el tobogán acuático más alto del mundo.
La noticia fue confirmada por los devastados padres del menor. Este falleció en la llamada Verrückt water slide, un tobogán de 168 pies de altura, ubicada en el parque de diversiones Schlitterbahn Vacation Village, en Kansas City.
La tragedia ocurrió durante un evento que se llevaba a cabo para oficiales electos de la ciudad y se desconocen las circunstancias exactas de la muerte de Schwab, o si cayó desde las escaleras -de 17 pisos- que conducen al tobogán de agua. Por el momento, la policía ha decretado lo sucedido como «accidente aparente».
«Honestamente no sabemos qué pasó», dijo Winter Prosapio, director de comunicación del parque de Schlitterbahn al diario The Kansas City Star. «Por eso es necesario [realizar] una investigación a fondo…para ser honestos, esto no es algo que hayamos experimentado [anteriormente]», aseguró.
‘Desde el día que nació, trajo felicidad abundante a nuestra familia y a todos aquellos que entraron en contacto con él», dijo la familia en un comunicado.
«Mientras tratamos de consolar nuestro hogar, ya sin él, nos consuela el saber que el creía en Jesús, su Salvador, y que ellos están juntos por siempre, ahora. Lo veremos algún día».
El Verrückt, que en alemán significa «loco» o «insano», fue nombrado en 2014 como el tobogán de agua más alto del mundo por el libro de récords de Guiness. Para poder subir a él se requiere tener al menos, una estatura de 54 pulgadas de altura. El descenso se realiza con inflables de cargan a múltiples pasajeros, de hasta 550 libras de peso en conjunto, según reportes del mencionado diario.
Cuando los pasajeros bajan por el tobogán alcanzan velocidades de hasta 70 millas por hora. El parque permanecía cerrado este lunes, por la investigación, que está pendiente.
