Como indica la sabiduría popular, «el amor vence todos los obstáculos, y así lo testimonia un japonés cultivó un enorme jardín de flores para que su esposa invidente pudiera olerlas.
En Shintomi, en la prefectura de Miyazaki, Japón, se encuentra el señor y la señora Kuroki, rodeados de muchas flores que atrae a más de 7.000 visitantes cada año.
Con información de el-nacional.com