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Santiago: Damnificados duermen en escombros dejado por fuego

Santiago.-Los escombros de las casas dejados por el fuego comienzan a ser ocupados por las 68 familias damnificadas del barrio Hoyo de la Viuda del sector El Ejido.

Las paredes que quedaron en paradas, son convertidas en carpas tapadas con lonas para no dormir a la intemperie.

Y es que las únicas ayudas que reciben los afectados por el incendio son ropas que llegan de santiaguenses condolidos con la tragedia y la comida que brindan los comedores económicos.

A cinco días del caso, los damnificados comienzan a perder la paciencia y en los próximos días tienen previsto mecanismos de lucha para que el gobierno agilice las ayudas y sean trasladados en lugares más seguros.

María Hilario narró a El Caribe que son varios los niños que tuvieron que ser ingresados en centros de salud congestionados, causado por el humo y la contaminación. “Le pedimos a los bomberos que al menos laven las calles para prevenir un posible brote de enfermedades”, apuntó María Hilario.

Juan Carlos López, otro de los afectados dice que decidió colocar un colchón en lo que quedó de su casa, pues no tiene a donde refugiarse.

En plena calle una anciana lava lo poco que le quedó con las llamas, mientras clama por la rápida ayuda del gobierno central y de la alcaldía de Santiago. Las pocas ayudas llegan a un centro regenteado por misioneros estadounidenses.

El pasado miércoles, el ministerio de Salud Pública inició una jornada de vacunación contra el tétano para prevenir brotes, pero son pocos los médicos que han llegado a la zona.

Timoteo Johnson quien levanta una iglesia en la zona y que junto a varios estadounidense se hicieron cargo de sacar los escombros con carretillas, lleva alimentos crudos, entre este arroz, habichuela, así como jabón para el aseo para 71 familias.

Ángel Martínez, presidente del Consejo de Desarrollo de la zona informó que en el levantamiento determinaron que de las 68 casas afectadas, ocho solo necesitan ser reparadas debido a que en el momento del incendio, los bomberos y gentes de la comunidad destruyeron parte del techo. Las otras 60 necesitan ser construidas o las familias trasladadas a zona más segura.

“Ya le entregamos el listado a la gobernadora provincial, ahora falta que esta empiece a canalizar las ayudas en favor de la comunidad y los afectados”, apuntó Martínez.

El anciano Virgilio Martínez, acude a diario al lugar a ver los escombros de su casa. Martínez apenas ha recibido algunas ropas para poder vestirse, pues el fuego lo dejó en la calle. Los que no duermen a la intemperie, en el solar donde la empresa Claro levantó una antena, lo hacen en casa de amigos o vecinos.

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