La muerte por hambre y desnutrición de tres reos en la cárcel de Higüey y reportes de varios reclusos con tuberculosis ha provocado la preocupación de diversos sectores.
Desbordada de presos preventivos y con el más absoluto hacinamiento, se encuentra la cárcel preventiva de Higüey, víctima del olvido de una administración de la justicia que evidencia innegables signos de trastones.
La cárcel preventiva desnuda la extrema gravedad en la que se encuentra el sistema penitenciario de Higüey, más de doscientos presos enfermos de varias nacionalidades.
En las últimas semanas, se han agudizado los traslados de los presos al hospital Nuestra Señora de la Altagracia, con evidentes signos de deshidratación, desnutrición, tuberculosis y una especie de sarna en la piel.
Movida por la situación actual de los presos preventivos, la diputada Minou Tavarez estuvo este fin de semana en la cárcel
La denominada «cárcel de la muerte» por el trato inhumano en las que conviven los preventivos, donde ellos son víctimas del calor, la contaminación con eses fecales, y el hambre.
Los presos están muriendo y no sería la primera vez, ya que la cárcel preventiva de Higüey funciona en el destacamento de la Policía.
El día de hoy y por la iniciativa de la Procuraduría General de la Republica y el Ministerio de Salud Publica, se intervendrá dicha cárcel, para evitar que esa «bomba de tiempo» que se ha convertido, no desencadene un brote epidemiológico u otro motín como en marzo de 2005 donde fallecieron quemados 133 presos, y que esto pueda llamar su atención.