Azua.- La familia Arias-Nin, del municipio de Tabara Arriba, vive en extrema pobreza. Su frágil vivienda de “tablas” y piso de tierra, a punto de caerse, es con lo único que cuentan.
Esta familia está compuesta por tres miembros, incluyendo la pareja, la señora Carmen Arias, de 54 años, y Alonso Nin Dotel, de 57.
Para levantar su familia, el padre ha tenido que trabajar durante varios días recogiendo guandules para llevar alimentación al hogar y a la vez enseñar a su hijo a ser un ser humano honrado y de bien para la sociedad.
La situación económica de la familia es tan precaria que para los preparativos de la cena navideña del 24 no cuenta ni siquiera con qué comprar un pan.
Sus necesidades se alcanzan a ver desde la falta de una estufa, ya que para preparar los alimentos tienen que utilizar tres piedras para armar un “fogón”; no saben lo que es dormir en una cama cómoda, sino en una cama en muy mal estado montada en cuatro Blocks; tampoco cuentan con una nevera, pues el agua que toman es de una “Tinaja de barro”, esas son algunas de las situaciones que describen.
A pesar de todas estas vicisitudes, Alonso tiene la esperanza de conseguir un techo digno y el sustento para su familia, y mantiene fijo en su memoria la frase bíblica que reza, “Yo fui joven, y ya soy viejo, y no es visto al justo desamparado, ni su descendencia mendigando pan”.
Dice que lo que ha recibido hasta ahora han sido sólo promesas de políticos en tiempo de campaña, de que le construirán su casa, promesas y palabras que se fueron con el viento.
Para solidarizarse con la causa de esta familia puede llamar a los teléfonos: (829) 784 -2020 y (809) 931-4177, se comunicará con el líder comunitario Víctor Peña.
