Salud

Psiquiatra explica cómo gerenciar un día malo

Siquiatra explica cómo gerenciar un día malo
Siquiatra explica cómo gerenciar un día malo

SANTO DOMINGO, RD. – Las habilidades de gerenciar un día malo tienen un poderoso efecto en la calidad de tus decisiones y, a su vez, afecta casi todos los aspectos de tu vida, desde la estabilidad o progreso de tu salud emocional, hasta tus relaciones, amistades y vida social.

“Se me dañó el día”, “amanecí con el pie izquierdo”, “hoy no es mi mejor día”, “tengo una racha de cosas malas”…, son apenas algunas de las frases más populares que pronuncia el dominicano para anunciar la llegada de un día malo y que, a su vez, le lleva a tomar malas decisiones.

Al menos así lo considera el médico psiquiatra y escritor, José Miguel Gómez, en su segmento de este viernes en el programa Despierta con CDN, que se transmite de lunes a viernes en horario de 7:00 AM a 9:00 AM, por el canal 37, en el que también dijo que nadie está exento a que le ocurra circunstancias, adversidades  y experiencias negativas en un día.

Sin embargo, plantea que la diferenciación está en el que sabe regular sus emociones y tiene inteligencia emocional para responder a las adversidades, mientras otros no posee esa capacidad y tocan fondo el día malo.

El especialista señala una serie de indicadores de lo que sucede cuando no se sabe gerenciar un día malo, tema que para él es de capital importancia, en razón de que está vinculado a la salud mental de las personas.

¿Dónde empieza el día malo?

Explica que el día malo puede empezar en la casa con cualquier situación embarazosa, como por ejemplo, cuando la persona se levanta para salir a trabajar y el vehículo no enciende o tiene las gomas pinchadas. “Puede ser u choquecito en una esquina, una entrevista de trabajo que se canceló o alguien que le debe un dinero y no le pagó. Además, el día malo puede presentarse con la muerte de algún familiar o de un amigo, así como cualquier otra adversidad o imprevisto”, plantea Gómez.

Agregó que muchas personas se “descompensan” cuando se les presentan varios de estos indicadores, al tiempo de señalar que descompensarse un día malo se observa cuando la persona exhibe actitudes emocionales negativas.

“Ese día está nervioso, irritado, enojado, descontrolado; tiene malas relaciones interpersonales o grupal ese día, armó conflicto en todas las áreas, se problematizó en la casa o en el trabajo y tomó decisiones que no eran las favorables”, expuso.

Las consecuencias del día malo

De igual manera, precisó que un día malo lleva a muchas personas a armar discusiones en sus trabajos que en ocasiones provocan que los despidan, así como el caso del padre que lleva su hijo al colegio, arma una discusión que, a su vez, provoca la suspensión del alumno o que le nieguen la inscripción el año siguiente por .

“Es decir, hay día malo que la gente se desorganiza, se descompensa, hay día malo que no se puede tomar decisiones. Y esto se lo quiero decir a la gente que tiene mucha vulnerabilidad”, agregó.

Dijo que en psicoterapia maneja tres aspectos fundamentales con los pacientes que recibe en su consultorio. “Primero, con qué cerebro usted regulariza sus adversidades, es decir, con qué cerebro usted resuelve su problema. Segundo, cómo usted protege su vulnerabilidad, o sea, quiero que la gente aprenda a identificar cuáles son sus vulnerabilidades. Y, tercero, cómo usted amplía sus recursos”, expuso.

Recomendaciones para la persona con un día malo

En ese sentido, planteó que el alcohólico no debe tomar un día malo, porque hará una recaída; el ludópata o jugador no debe entrar al casino si tiene un día malo, porque jugará de forma compulsiva; el mecha corta con problemas de manejo de ira o trastorno de control de impulso, debe administrarse si tiene un día malo, porque tendrá un pleito seguro.

El médico psiquiatra indicó que hay un conjunto de  recomendaciones que se pueden dar a las personas cuando tienen un día malo. Dentro de estas, están contar de cien hacia abajo, respirar profundo veinte veces, poner la técnica del semáforo (pare), tomar agua, escuchar música dentro del carro, retirarse del lugar donde se tiene el día malo, llamar a una persona que le pueda dar un consejo o una opinión, o cambiar la agenda, que es lo que poca gente sabe hacer.

“Usted tiene cinco actividades agendadas, las tres primeras salieron malas y hay gente que se bloquea. Hay gente que tiene la habilidad de cambiar la agenda, para no insistir, teniendo una entrevista de trabajo, admite que no es su mejor día y pospone su entrevista. Esa reunión no puede ir, porque estoy descompensado emocionalmente. Esa es la característica de un día malo”, ejemplificó.

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