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Por años, falsos profetas en RD han utilizado la iglesia como un disfraz para cometer hechos delictivos y criminales

Por años, falsos profetas en RD han utilizado la iglesia como un disfraz para cometer hechos delictivos y criminales

Estas personas vestidas de magnanimidad, han utilizado el nombre de Dios para abusar de la confianza de sus seguidores

Santo Domingo, RD.- La denominada operación Coral mediante la cual se habría desmantelado una estructura mafiosa que involucra al jefe de seguridad del expresidente Danilo Medina, mayor general Adán Cáceres Silvestre, así como a otros oficiales y civiles, pone nueva vez en la palestra pública casos de desaprensivos que han utilizado por años las cortinas eclesiales para encubrir sus hechos delictivos.

En los últimos años, actos ruines orquestados por religiosos, tanto de la iglesia evangélica como de la católica, han eclipsado los medios de comunicación a nivel nacional.

Estas personas vestidas de magnanimidad, han utilizado el nombre de Dios para abusar de la confianza de sus seguidores y poner en marcha actos ilícitos que van desde las violaciones a menores hasta crímenes mortales y corrupción administrativa.

El más reciente caso es el de la pastora Rossy Guzmán y el mayor General Adán Beroni Cáceres Silvestre, ambos profesantes del cristianismo, quienes según la procuraduría anticorrupción se habrían camuflado bajo ministerios religiosos para conformar un entramado militar-policial, societario  y religioso como mecanismo de encubrimiento de sus objetivos reales y granjearse una aceptación social, a través de dadivas.

Entre los casos más sonados se encuentran el del fallecido exnuncio apostólico Josef Wesolowski, quien fuera destituido de su cargo a finales de agosto de 2013, al exdiplomático de 67 años de edad, se le acusó de pagar por mantener relaciones sexuales con menores de edad.

En agosto del 2005, un tribunal condenó al exdiácono Meregildo Díaz a 20 años de prisión por el asesinato de la pareja Yaniris Ruiz, de 21, y Joel Sarmiento Díaz, de 22, cuyos cuerpos aparecieron quemados y descuartizados dentro de dos tanques de basura en la comunidad Hatillo, en Azua.

También en agosto, pero de 2017 trascendió que el sacerdote Elvin Taveras Durán, habría matado a martillazos y puñaladas a un monaguillo de 16 años, con quien supuestamente mantuvo relaciones sexuales durante tres años.

Otro caso conocido, es el del pastor evangélico Maximiliano Mota,  condenado a diez años de prisión en el año 2020 tras haber sido hallado culpable de violar a una niña de 12 años en La Romana.

Más contenido por Rosa Reyes

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