Santo Domingo RD.- El director de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret), Rafael Antonio Santos, advirtió este miércoles que el llamado a paro por parte de los operadores del Metro Santo Domingo está a punto de convertirse en un acto terrorista. Según Santos, si el servicio del metro se paraliza, la ciudad no sería capaz de soportar el caos que se desataría, con casi 400 mil usuarios tratando de trasladarse a las escuelas, hospitales y lugares de trabajo.
Durante una entrevista en Despierta con CDN, que se transmite por el canal 37, el funcionario enfatizó que la institución que dirige tiene un alto nivel de seguridad nacional debido al número de personas que utilizan el metro en el país. En este sentido, recalcó que la ciudad no sería capaz de manejar la presencia de 300 mil personas en las calles buscando formas alternativas de transporte. Argumentó que esto podría conducir a un caos total, rozando el límite de un acto de terrorismo.
El director de Opret recordó que la institución está regida por la ley antiterrorista de la República Dominicana, y señaló que muchas de las acciones tomadas durante el paro podrían violar dicha legislación.
En un intento por tranquilizar a la población, Santos aseguró que el servicio del Metro Santo Domingo continuará operando de forma normal e hizo un llamado a los usuarios para que sigan utilizando el sistema en su horario habitual, de 6:00 de la mañana a 10:30 de la noche.
Opret pasó la prueba
«Nosotros hemos pasado la prueba», afirmó Santos. Indicó que el sistema de transporte masivo está funcionando con los servidores públicos que tienen una identidad fuerte con la institución, aunque reconoció que también son personas con necesidades, al igual que muchos ciudadanos.
El director de OPRET subrayó que todos desean mejorar sus condiciones, pero señaló que existen procesos que deben agotarse. Enfatizó que, dentro del gobierno, todos están trabajando para mejorar las condiciones de vida de cada individuo. Sin embargo, dejó claro que el derecho a la mejora individual tiene sus límites y no se puede reclamar si se pone en peligro la seguridad y el bienestar de las personas.
Además, mencionó que la legislación laboral establece el derecho a la huelga siempre y cuando no se altere el orden público ni se ponga en riesgo a la ciudadanía.
Huelga fallida
Por otro lado, el director de OPRET consideró que el llamado a huelga en el Metro Santo Domingo fue fallido debido a que el grupo de operadores y técnicos que lo respaldaron es muy reducido en comparación con el total de empleados capacitados para operar los trenes de la institución. Aunque no pudo explicar las razones detrás de este acto, le pareció extraño que el candidato presidencial del opositor Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Abel Martínez, se haya referido a la situación en más de dos ocasiones.
Santos especuló que podría haber motivaciones políticas detrás del paro de los operadores del Metro, especialmente considerando la situación actual de los manifestantes y las declaraciones de personas afines a la oposición. Advirtió que los manifestantes están utilizando mentiras para tratar de sensibilizar a la población, y destacó que los paros solo perjudican a los ciudadanos que dependen de los servicios del Metro.
Defiende desvinculaciones: Dice empleos públicos no son permanentes ni propiedad de nadie
El director de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte consideró que los empleos públicos no son permanentes ni propiedad de nadie, en respuesta a los servidores públicos que protestaron luego de ser desvinculados de la Opret. En un ejemplo personal, mencionó su propio cargo como director de la Opret, afirmando que estará en él solo por un tiempo determinado.
Argumentó que, a veces, es necesario tomar decisiones que podrían perjudicar a personas de manera directa, o tener posibles repercusiones negativas. Sin embargo, señaló que estas acciones pueden abrir nuevas oportunidades y horizontes para aquellos afectados. También destacó que decisiones como la desvinculación de algunos empleados de la institución se toman en beneficio de la colectividad en general.
«Lamentamos mucho que, cuando se toma una acción de esta naturaleza, las personas puedan argumentar enfermedad, ya que los enfermos no van a trabajar, y ninguna persona en licencia médica se ha suspendido», comentó Santos.
Cancelaciones eran una necesidad
El director de la OPRET afirmó que las cancelaciones de empleados son decisiones que, como administrador, debe tomar aunque no sean agradables. Explicó que esto se debe a la responsabilidad que tiene frente a los usuarios y la ciudadanía en general.
Enfatizó que la Opret tiene la tarea de movilizar diariamente entre 300 y 400 mil usuarios en el Metro Santo Domingo, por lo que advirtió que ningún empleado puede jugar con esa responsabilidad.
Si bien estas decisiones pueden resultar difíciles, Santos subrayó que se toman con el objetivo de garantizar el funcionamiento eficiente del servicio y el bienestar de la comunidad en su conjunto. Además, destacó la importancia de mantener altos estándares de calidad y seguridad en el transporte público para cumplir con las necesidades de la población.
