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Obispado de La Vega lamenta sacerdote haya accedido a prestar vestimentas sagradas en caso de Cotuí

Dice sacerdote fue al lugar dispuesto a intervenir, pero fue convencido de no entrar al lugar

Santo Domingo, RD.- El Obispado de La Vega se pronunció en torno al caso en que resultó muerto un joven en Cotuí a manos de un policía vestido de sacerdote.

Mediante una carta, el obispado lamentó el desenlace ocurrido el viernes 7 de agosto, en el sector La Cruz, del municipio de Cotuí.

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Expresó que el joven que mantenía secuestrada a una mujer y a su hijo, había solicitado para entregarse a un sacerdote.

Dijo que al lugar se apersonó un presbítero dispuesto a intervenir y que a su llegada, éste fue convencido por las autoridades de no entrar donde estaban los rehenes y el secuestrador, porque ya habían ocurrido algunos disparos y así no poner en riesgo más vidas.

El plan de las autoridades fue entrar a un agente haciéndose pasar por sacerdote, argumentando sobre sus destrezas y experiencia como policía.

Añadió que la intención del sacerdote, al acceder prestar sus vestimentas sagradas, fue colaborar en función del bienestar de todos los implicados, y “el deseo de preservar las vidas amenazadas, convencido de que esta pudo haber sido una salida favorable, y que con ello se lograría la entrega pacífica del secuestrador y la liberación rápida de los rehenes”.

“Sin embargo, nos apena que el sacerdote, ante la evidente presión y agobio generado por la tensa situación del momento, haya accedido a la inaceptable propuesta del cuerpo del orden de ceder sus vestimentas sagradas.  Hubiera sido deseable que el cuerpo del orden ofreciera una alternativa diferente, acorde a su misión”, indicó el Obispado de La Vega.

Invitó a todos los hombres y mujeres de buena voluntad y a todas las organizaciones sociales, políticas, culturales, religiosas, civiles y militares a una reflexión profunda de las causas que originan estas situaciones, “para que enfrentemos todos los males sociales, especialmente la delincuencia, las drogas, la violencia y la desintegración familiar. Solamente desde la unidad de todos estos sectores podemos combatir estos males sociales”.

Agradece “al Señor la preservación de la vida de la madre y el niño que habían sido tomados como rehenes. Al mismo tiempo. Nos entristece el desenlace fatal del secuestrador. La Iglesia sigue trabajando por el proyecto del Reino y al mismo tiempo defendiendo la vida de todo ser humano”.

Más contenido por Redacción CDN

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