A la redacción de NCDN llegó la infausta noticia del fallecimiento de un niño de unos nueve meses, mientras esperaba ayuda económica, que nunca llegó para someterlo a un trasplante de hígado.
La cirugía a practicarle al infante no se realizaba en el país y tenía un costo que oscila entre 250 mil a 400 mil dólares.
El pequeño Enyel Emmanuel Camilo, padecía de Atresia Biliar, diagnosticada desde los cinco meses al obstruírsele el conducto que va del hígado a la bilis.
Este es uno de los tantos casos que quedan sin mencionar en el país, que por falta de recursos mueren a la espera de una segunda oportunidad.