La Procuraduría General de la República concluyó la investigación contra el ex nuncio apostólico Josef Wesolowski con los testimonios de cinco víctimas.El expediente del sacerdote fue enviado al Vaticano y cuenta con experticias médicas, audios con el testimonio de algunas de las víctimas, así como las declaraciones del diácono Francisco Javier Occis Reyes, quien supuestamente conocía de las acciones del católico y tuvo relaciones con este.
Entre las víctimas está un niño que hoy tiene 18 años, pero que fue abusado durante varios años cuando era menor de edad.
En sus declaraciones, el diácono dijo que “él (Wesolowski) al parecer fumaba y se daba pases. Nunca lo hizo delante de mí. Compraba la droga en la calle”. En manos del Papa están los audios de las víctimas y las versiones del diácono.
Lo interrogó el Vaticano
Un enviado del Vaticano entrevistó en el país a Occis Reyes, quien está detenido por agresión sexual. El proceso se realizó a través de la Procuraduría General de la República que facilitó todos los mecanismos para cumplir la petición de la Santa Sede. Occis Reyes fue trasladado desde la cárcel hasta un lugar de una Iglesia para realizar la entrevista.
Tanto Wesolowski como Wokcietch Waldemar (padre Alberto Gil), acusado de pederastia en Juncalito, Santiago, serán juzgados fuera del país, el primero porque la Constitución de Polonia prohíbe la extradición y el segundo por su condición de diplomático.
A principios de mes el Estado dominicano, a través de la Procuraduría, envió a las autoridades polacas el expediente contra el padre Alberto Gil.
Los documentos incluyen declaraciones y testimonios de las presuntas víctimas de los abusos sexuales, así como las evaluaciones psicológicas practicadas a las mismas.
Jude Thaddeus Okolo llega al país
Llegó anoche al país el nuevo nuncio apostólico, Jude Thaddeus Okolo. El sacerdote arribó por el Aeropuerto Internacional de las Américas desde la Santa Sede, vía Madrid, España.
El nuncio viajó en el vuelo 089 de Air Europa. El representante de la Santa Sede fue trasladado a la Casa de la Nunciatura, junto a los sacerdotes que lo recibieron.
