Pese a la gran preparación, desarrollo y sacrificio de las mujeres dominicanas, la exclusión sexista es causante de que ni siquiera la cuota femenina de un 33 por ciento en cargos y direcciones, se respeta, a pesar de que políticas, empresarias y profesionales incentivan a las profesionales a seguir adelante.
República Dominicana es todavía un país donde la mujer debe romper brazos para lograr un puesto de relevancia.
A pesar de lograr una cuota en los partidos de un 33 por ciento dentro de los cargos direccionales, la forma electiva pone en riesgo el cumplimiento de este precepto.
La ministra de la mujer, Alejandrina Germán, reconoció que la realidad permea también posiciones en el Estado, donde son pocas las que dirigen direcciones o ministerios.
A esto se suma las pocas oportunidades que otorga una sociedad que cada día tiene más mujeres preparadas, menos hombres en las universidades y aun así siguen siendo mal pagado o marginadas.
Según datos de la Comisión Económica para América Latina, la mitad de las latinoamericanas y caribeñas no tiene acceso al mercado laboral y una mujer con trece o más años de estudio gana un 37 % menos que un hombre en la misma condición,.
Además, la tasa de desempleo femenino, que es de 9.1 %, es 1,4 veces mayor que la masculina, que es del 6.3 %, de acuerdo con la ONU.
