«(Ella) me celaba hasta de las mujeres que salen en la televisión. Ni me dejaba hablar con mi mamá», así describió Miguel Ángel Linares la relación que en los últimos meses tenía con la ucraniana Natalya Kasianova, hoy detenida por contratar a dos hombres y organizar una golpiza en contra de Linares.
Apunta Linares que Kasianova lo celaba por todo. «Antes todo era amor. Pero cambió muchísimo».
«Si lo hubiese sabido, no me meto con esa loca», remató Linares, al ser consultado sobre el historial delictivo de su expareja.
El expediente en el Ministerio Público precisó que Linares acudió a una cita con la hoy imputada para supuestamente conversar sobre la relación que tenían desde hace aproximadamente tres meses. El dominicano y la ucraniana estaban separados desde hace varias semanas por los maltratos físicos y psicológicos a los cuales era sometido por parte de la imputada.
Cuando Linares llegó a la residencia de Kasianova lo recibió el nombrado Luis Vargas, quien lo acompañó hasta el apartamento. Una vez allí la víctima se percató de que la imputada estaba acompañada del nombrado Michael Jaironel Castillo. Ambos estaban contratados para que lo golpearan, mientras ésta observaba y aupaba al maltratarlo.
Los imputados procedieron a amarrarlo de pies y manos. Posteriormente lo amordazaron y lo golpearon todo el día hasta que la víctima quedó inconsciente. Mientras tanto, la ucraniana los grababa.
En horas de la noche, los golpeadores colocaron a la víctima en el vehículo de la ucraniana. Conjuntamente con los coautores, la imputada condujo por la Autopista 30 de mayo, y próximo a la avenida Núñez de Cáceres lo lanzaron del vehículo. Varios minutos después la víctima logró desatarse y pidió auxilio.
La audiencia en la que se conocería la coerción a la acusada quedó aplazada para el 20 de julio.
