La violencia machista la dejó marcada, pero no logró arrebatarle la vida
Santo Domingo RD.- A pesar de las circunstancias en que le ha tocado sobrevivir, la joven Yokairy Amarante, agredida con ácido del diablo por encargo de su expareja, tiene buen ánimo y está llena de ganas por salir adelante.
La violencia machista la dejó marcada, pero no logró arrebatarle la vida.
A nueve días de cumplir 19 años, su expareja mandó a lanzarle una sustancia química altamente corrosiva.
Su rostro es irreconocible, sus brazos y sus piernas también quedaron parcialmente quemados. Los médicos implantaron piel en las partes de su cuerpo donde el químico fue más agresivo.
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Con muy buen ánimo y acompañada de su hija de dos años, Yokairi, mantiene sus esperanzas cifradas en la ayuda ofrecida por la primera dama Raquel Arbaje, para costear los gastos médicos.
Sin embargo, este hecho horroroso no solo tocó a la joven madre, su abuela, de unos 78 años, al verla en este estado, no pudo resistir.
Willy Antonio Javier Monegro, expareja de la joven, guarda prisión preventiva en el 15 de Azua, junto Pedro Alexander Sosa Méndez y Joan José Feliz, alias Pinocho, a quienes pagó 3,500 pesos para que ejecutaran el atentado.
