Equipos del Ayuntamiento de San Cristóbal dieron inicio a los trabajos de demolición de los edificios afectados por la devastadora explosión que sacudió a esta ciudad hace más de dos semanas.
La tragedia, que cobró la vida de 37 personas y una cantidad importante de heridos, ha dejado profundas cicatrices en esta comunidad.
Sin embargo, lo que debería ser un paso hacia la recuperación se ha visto empañado por la presencia de gusanos, moscas y un penetrante mal olor que impregnan el ambiente en la zona cero.
Para abordar esta creciente preocupación por la salubridad, las autoridades han desplegado un equipo de fumigación en el área afectada durante la mañana. A pesar de estos esfuerzos, la situación ha causado malestar entre los residentes y los comerciantes que operan en las proximidades del lugar del desastre.
Comercios Afectados
Por otro lado, los comerciantes de establecimientos de comida en la avenida Constitución, una importante arteria de la provincia sureña, también han sentido el impacto de esta crisis sanitaria no declarada. Los malos olores han ahuyentado a los comensales, lo que ha resultado en bajas en las ventas, ya que no todos pueden soportar la molestia al sentarse a comer.
La población afectada y los comercios locales instan a las autoridades a tomar medidas inmediatas para sanear y desinfectar la zona, con el fin de prevenir la propagación de enfermedades y permitir que la comunidad se recupere tanto en términos emocionales como económicos.
