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Durante el paso del huracán Fiona por la zona Este, específicamente en Higüey, Ana Iris Soto Lara, madre de tres niños pequeños, tuvo que navegar dentro de su propia casa para llevarlos a un lugar seguro.
Ana Iris, quien reside en el barrio Antonio Guzmán junto a su esposo e hijos, cuenta que al levantarse a las 5 de la mañana del 19 de septiembre se encontró con que el río Duey ya estaba dentro de su vivienda. El nivel del agua sobrepasaba su cintura por lo que tuvo que cargar a sus hijos para sacarlos de su casa.
En vista de la situación, la ama de casa y su familia fueron trasladados a una de las escuelas que funcionaban como albergues en la zona.
Al retornar a su hogar, Ana Iris se dio cuenta de que una capa de lodo se había apoderado del lugar. Tanto las camas como los libros de la escuela de los infantes estaban empapados.
Ahora afrontan la triste realidad de dormir en el piso y privarse del pan de la enseñanza.
Ana Iris y su familia, no han podido cambiarse la ropa por una limpia; «tengo esta ropa desde el domingo, estoy cansada de lavar ya que las que teníamos quedaron enlodadas«, explicó entristecida.
Con pesar, la mujer cuenta que las autoridades no han ido, ni ha hecho nada por la comunidad.
Mientras que suplica a las autoridades de Higüey que acudan en auxilio de toda la comunidad; “aquí estamos necesitándolos ya que no tenemos familiares cerca”, dijo.
Pese a las vicisitudes, Ana Iris, agradece el que “Dios le haya dado vida para verlo aunque sea”.
Según números del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), unas 11,140 personas fueron movilizadas a áreas seguras y 2,282 viviendas resultaron afectadas.
