Santo Domingo, RD.- Ante el paso del huracán Fiona por la República Dominicana, la Fundación Francina informó de la suspensión de todas sus actividades para el lunes 19 y el martes 20. Asimismo, facilitó un instructivo de protección de personas con discapacidad ante desastres naturales.
Francina Hungria, presidenta de la Fundación, dijo que: “Tenemos todo nuestro equipo atento a las informaciones e instrucciones oficiales para prestar el apoyo necesario a nuestros beneficiarios y sus familias. Ante el fenómeno, la seguridad es la prioridad”.
¿Cómo Proteger Personas Con Discapacidad ante El Huracán Fiona?
En situaciones de emergencia, las vidas de las personas con discapacidad corren un mayor riesgo. La Convención de los Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad establece la necesidad de que los países prioricen esta población en las crisis. Así se observa en los artículos 4.1, 11 y 32; incluyen cooperación internacional, políticas estatales y garantías de acceso a servicios.
En el contexto del paso de un huracán como Fiona es pertinente tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:
• Informar en formatos diversos. Ante un ciclón es necesario que la ciudadanía esté informada. Para personas con discapacidad auditiva, cognitiva y del desarrollo, la comunicación es una de las principales barreras. En ese sentido, es necesario comunicar en lengua de señas, lectura fácil e instructivos visuales. Toda la información debe ser clara, directa y con instrucciones fáciles de comprender.
• Evacuar sin dejar atrás. Al momento de organizar las evacuaciones, diversos reportes afirman que las personas con discapacidad suelen quedarse olvidadas. Es necesario que los equipos de rescate indaguen sobre las condiciones de residentes en los hogares, sus dificultades de movilidad y que prioricen la asistencia a esta población.
• Accesibilidad de los refugios. Tradicionalmente, los albergues carecen de condiciones mínimas de accesibilidad. En casos como el paso del huracán Fiona, es necesario contemplar que las personas con discapacidad puedan ingresar a los refugios y moverse de forma autónoma, dentro de lo posible.
• Participación de las familias. Para muchas familias, la presencia de un miembro con alguna discapacidad les disuade de acudir a un lugar más seguro. Es necesario que estas se involucren en la movilización hacia los refugios o el reforzamiento de los hogares. Asimismo, el protocolo de emergencia debe contemplarles como aliados para el traslado seguro.
• Comunicar priorizando a la persona. Un error común al conversar con personas que viven con alguna discapacidad es asumir que no comprenden la situación. Esto lleva a las autoridades a tomar decisiones por ellas. Es indispensable que las familias y los equipos de emergencia expliquen la magnitud de lo que sucede, las medidas que deben adoptarse y la participación que se espera de la persona. Nunca, bajo ninguna circunstancia se puede restar autonomía y poder de decisión a la persona.
