Residentes en el sector María Auxiliadora denuncian que llevan años atravesando por un desierto árido, seco y sin esperanza de que las autoridades de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) cambien esa realidad.
La escasez de agua en el María Auxiliadora ha trastornado las vidas de mucha gente que hacen malabares para tener algunas gotas de agua.
Desde kilométricas extensiones de mangueras hasta montañas de galones donde retienen el líquido de la vida.
Lo penoso de este hecho es que lo que para muchos representa una crisis humana, para otros se convierte en su medio de subsistencia.
Además de no recibir agua potable, la delincuencia es otro mal que les quita la tranquilidad.
Específicamente en la calle J de este sector, la CAASD inició trabajos de instalación de tuberías, pero luego fueron abandonados, sin concluir ni ofrecer alguna explicación a la comunidad.
