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Comentario económico: Cambio en el endeudamiento público

Un aspecto positivo del nuevo gobierno es, de acuerdo con Ceara Hatton, se logrará un ahorro de hasta 70 mil millones al año

Santo Domingo.– El principal lema del gobierno del presidente Luis Abinader es que “estamos cambiando.” Ese mensaje también llegó al Ministerio de Economía, pues, en una reciente entrevista, el ministro Miguel Ceara Hatton y el viceministro de Planificación e Inversión Pública, Pavel Isa Contreras, dejaron ver una nueva política de endeudamiento público.

Un aspecto positivo del nuevo gobierno es que, de acuerdo con Ceara Hatton, mediante la revisión del gasto público se logrará un ahorro de hasta 70 mil millones de pesos al año. De lograrse ese objetivo, que se alcanzaría a través de la revisión del gasto en personal, bienes, telecomunicaciones, combustibles, entre otros, se reducirá la presión sobre el endeudamiento público, efecto que, me imagino, ya se incluyó en la disminución del déficit del sector público de 9.3% en este año 2020 a un 3% del PIB en 2021.

Sobre el endeudamiento público, el viceministro Isa Contreras indicó que el gobierno del presidente Abinader buscará “mecanismos distintos de financiamiento” a los del pasado. Es decir, que habrá un cambio en la política de endeudamiento.

La posición del viceministro se inclina hacia la sustitución de los bonos soberanos por el financiamiento proveniente de los organismos internacionales, como el Banco Mundial, BID, FMI, entre otros. Hay que recordarle a Pavel Isa que, hacia agosto de este año, la deuda multilateral es de 5,787 millones de dólares, la cual contrasta considerablemente, con los 22,164 millones de dólares de bonos soberanos vigentes hacia finales de septiembre de 2020.

¿Es posible sustituir a partir de 2021 la deuda en forma de bonos soberanos por deuda multilateral? La respuesta es: no. Los organismos internacionales no tienen disponible para prestarle cada año entre 2,500 y 3,000 millones de dólares al gobierno dominicano. Mucho menos, como sugiere el viceministro, sin que esos préstamos “impliquen condiciones de pactos de estabilización económica.” En la mayoría de los casos, esos préstamos están condicionados a proyectos de inversión, reformas estructurales o a medidas de estabilización macroeconómica.

Aquí aprovecho para darle un consejo al ministro de Economía. No vuelva a utilizar la palabra “renegociación” de la deuda pública, mucho menos en el contexto de que “cree que es algo posible.” Los mercados de capitales se ponen nerviosos con esa palabra, y más justo antes de que se publique la muy probable reducción de la calificación crediticia de la deuda soberana.

Por último, otro consejo a las autoridades del gobierno de Abinader. En un programa de optimización, en el cual se trata de mejorar los resultados, se debe tomar en consideración que no todo cambio es posible. Y no todo cambio es mejor.

Por: Jaime Aristy Escuder

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