Santo Domingo, RD.- Los recientes casos de muerte que involucran a agentes policiales han generado una indignación colectiva en la población dominicana. Esto al observar lo que ocurre en justicia con muchos casos que con pruebas de peso dejan exentos a los policías del proceso de judicialización. Una investigación presentada por el equipo de Desclasificado con Addis Burgos investigó uno de los expedientes de mayor ruido policial en los últimos años. Se trata de la muerte de David Vicioso. Un joven autista muerto por la policía en Santiago, y cuyo caso, para vergüenza pública, acaba de recibir como sentencia el descargo del agente que disparó.
Antecedentes del caso de David Vicioso Núñez
Los archivos del 16 de septiembre del 2016 dan cuenta que se produjo un tiroteo que dejó abrumado todo el entorno. Según testigos, los policías vociferaban “tránquense” a los vecinos con intimidantes disparos al aire.
El cuerpo sin vida de Lenny José Ángeles Quezada permanecía en la escena. Y a pocos metros, en la banca Coffee Sport, una banquera llena de miedo se encontraba junto a David Vicioso Núñez. Este tenía 32 años con diagnóstico de autismo.
De acuerdo con las evidencias, había más de 25 policías en ese operativo. David se levanta del suelo y con las manos levantadas se pone en la entrada. No dio tiempo a un paso más. Ahí mismo le propinaron un disparo mortal de entrada y salida en el abdomen. David murió en el acto producto de la soberbia policial. Una bala explosiva detonó destruyendo sus órganos. El hecho desató una furia colectiva contra la policía.
Conforme se realizaba el levantamiento de información, se identificó la brigada que actuó en la muerte de David. Estaba integrada por el mayor José Miguel López, el capitán Joel Ventura Bernard, el capitán Carlos Martínez Collado y el sargento José Luis Jiménez Mercado. Pero la familia destaca que ocultaron el nombre más importante, quien había disparado y era nada más y nada menos que el jefe de la operación.
Teniente coronel Julio César Florián Dotel
El juicio por la muerte de David Vicioso Núñez inició con una investigación viciada. Los familiares establecen que el fiscal a cargo del expediente, Gerardo Ponce, ocultaba intencionalmente al teniente coronel Julio César Florián Dotel. Al fiscal Ponce lo excluyeron de la carrera del Ministerio Público,
Un video de cámara de seguridad sirvió para hacer un estudio de la escena. En la cámara se observa claramente que el disparo que mata a David Vicioso vino del arma del coronel Julio Cesar Florián Dotel.
El coronel Julio César Florián Dotel, quien es acusado del homicidio de David Vicioso Núñez, negaba haber estado al momento de los hechos. No obstante, cuando la familia llevó evidencias, su discurso cambió. A partir de ahí alegaba que había acudido a un llamado para colaborar en ese operativo. Y aunque fue sometido a la acción de la justicia, en cada audiencia las víctimas establecen que hacía una intencional exhibición de su poder. Y del respaldo que tenía.
Pruebas que evidenciaban su responsabilidad
Las pruebas que poseía la familia se volvieron prácticamente en su contra. El fiscal a cargo de la investigación, Gerardo Ponce, se presentó como testigo a descargo declarando a favor del imputado. El resultado balístico arrojó que el arma del coronel no era compatible con el proyectil que mató a David. Los familiares alegan que las pruebas fueron manipuladas.
Además, indicaron que el departamento de “denuncias y delitos” de la fiscalía se empeñó en que le entregaran todas las pruebas. Y posteriormente las secuestró. No eran provistas a los abogados de la familia. Y aunque se les decía que estaban agotando fases de investigación, se trataba de un engavetamiento.
El caso de David contaba con una condena social de “pena máxima”. Pero narran que en los tribunales tenían como principal enemigo la misma fiscalía.
Julio César Florián Dotel fue descargado por la muerte de David Vicioso el pasado 11 de febrero por faltas de pruebas. Las pruebas, aunque existían, no fueron aportadas por el Ministerio Público. El oficial fue sometido a la justicia por abuso de autoridad y homicidio voluntario. Para la familia de David Vicioso el dolor ha crecido al ver las irregularidades que se presentaron en este expediente.
A seis años de una intensa lucha, la familia no comprende cómo un caso de esta magnitud pudo burlar la constitucionalidad dominicana. Y peor aún: que los responsables quedaran libres de toda culpa.
