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Coronela que agredió a la prensa en Canódromo dice ser «una víctima»

Crónica de un atentado a la libertad de prensa y al Defensor de Pueblo
Crónica de un atentado a la libertad de prensa y al Defensor de Pueblo

La coronela Ysabelita de Los Santos Pérez, quien estaba encargada del Canódromo donde fueron agredidos el Defensor del Pueblo y miembros de la prensa, aseguró este miércoles que no se deja “dar una pela de nadie”.

«De los periodistas que estaban ahí y muchos que me conocen. Deben saber que soy una persona violenta, ahora lo que no me dejo es dar una pela de nadie, eso es lo único, nadie me va a dar una pela, ni funcionario ni nadie”, expresó al ser preguntada sobre su actitud violenta y los improperios que emitió.

Sobre la razón por la cual salió de su oficina con un palo de golf durante el hecho, precisó que siempre tiene este artefacto y que “no voy a salir a defenderme con los ojos y las manos peladas”.

No conocía la figura del Defensor del Pueblo

De Los Santos Pérez, que dijo no conocía la figura del Defensor del Pueblo hasta el incidente ni sabía quién era Pablo Ulloa, explicó que cuando el funcionario, su personal y los equipos de prensa escrita y televisa llegaron al Centro de Retención Vehicular El Coco (Canódromo), le informaron que había ingresado una turba.

“Me llamaron de la puerta y me dijeron que entraron una turba, para mí que eran ciudadanos de esos delincuentes que estaban hace mucho por entrar allá a sustraer motocicletas y vehículos ajenos, que lo que único que hacemos es salvaguardarlo”, indicó al ser entrevistada en el programa radial El Sol de la Mañana, de Zol 106.5 FM.

 

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“No sé por qué el Defensor del Pueblo no se presentó antes, si se presenta ante mi yo lo recibo de la manera correcta”, agregó.

La coronela dijo que tiene 35 años en la Policía Nacional y que fue designada por la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) como directora del Canódromo en mayo del pasado año.

Aseguró que nadie las puede acusar de corrupción ya que llegó al lugar a resolver los problemas que allí pasaban.

“Llego el 25 mayo del 2021 por la problemática que estaba pasando allá, me envió a corregir varios buscones que cobraban cinco, 10 mil pesos a los infelices ciudadanos. A ese lugar yo llegué a corregir, a defender a los ciudadanos porque ahí los dueños de ese canódromo eran las diferentes agencias de motores que se dedicaban a ir a buscar chasis de motocicletas”, sostuvo.

“Entraban como perro por su casa, porque al perecer ahí había un personal que no tenía el control y ellos entraban y hacían lo que le daba su gana; pero a mi llegada, donde el director de la Digesett me envió a corregir toda esa anomalía que le había aquejado, a raíz de ahí yo afecto bastantes intereses”, manifestó.

Más contenido por David Ruíz Pérez

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