La construcción de un canal por parte de Haití para desviar el agua del río Masacre, viola el «Tratado de Paz, Amistad Perpetua y Arbitraje» firmado entre ambas naciones el 20 de marzo de 1929.
Este acuerdo histórico fijó los límites fronterizos entre los dos países y se considera un pilar fundamental para mantener la paz en la región.
El Tratado de Paz de 1929 fue firmado por los presidentes Horacio Vásquez, de la República Dominicana, y Louis Bornó, de Haití. En ese momento, este acuerdo se consideró un paso histórico para resolver los problemas relacionados con los límites físicos de ambos países, que habían amenazado la estabilidad de la paz en la región durante mucho tiempo.
El artículo 10 del tratado establece claramente la prohibición de realizar obras que modifiquen la corriente de ríos que nacen en el territorio de uno de los Estados y fluyen por el territorio del otro. Esta disposición tiene como objetivo mantener la paz y evitar conflictos relacionados con el uso de recursos hídricos compartidos.
Violación del Tratado
Haití ha reanudado recientemente la construcción del canal en el río Masacre, una obra que había sido paralizada tras el magnicidio del presidente Jovenal Moïse en julio de 2021. Este canal tiene como objetivo desviar el agua para venderla de manera privada a los agricultores haitianos, lo cual constituye una violación flagrante del Tratado de Paz de 1929.
La Constitución de la República Dominicana también respalda este tratado y establece su vigencia tácita. En el artículo 11 de la carta constitucional, se establece claramente que el uso sostenible y la protección de los ríos fronterizos están regulados por los principios consagrados en el Tratado de Paz de 1929, así como en el Protocolo de revisión del año 1936 del mismo tratado.
Esto deja en claro que la construcción del canal por parte de Haití sin el consentimiento de la República Dominicana va en contra de los principios constitucionales y del acuerdo internacional.
Protocolo de 1936
Es importante destacar que el gobierno de Rafael Leonidas Trujillo, el 27 de marzo de 1936, ratificó el protocolo de tratado dominico-haitiano de 1929, en el cual se transfirió un 3% adicional del territorio dominicano a Haití. Este protocolo estableció la frontera actual entre ambos países.
Sin embargo, este acuerdo no da derecho a Haití a realizar obras unilaterales que afecten los recursos hídricos compartidos y que violen el espíritu del Tratado de Paz de 1929.
