San José de Ocoa, RD.- Este viernes fueron sepultados los restos del hombre que les arrebató la vida a sus dos hijos y se suicidó por razones aparentemente pasionales.
En medio del dolor y la desesperanza que dejó la fatídica decisión tomada por Fredy Olaverría, sus parientes le dieron el último adiós aún sin entender las razones que lo llevaron a este destino. Y aunque vieron señales de la frustración que produce el desamor, no advirtieron el trágico desenlace.
Fredy era uno de seis hermanos, dedicado al comercio, siempre conocido por su honradez y correcto comportamiento.
Sus familiares, sumidos en el dolor, se acercaron a la tumba con una canción que evocaba la memoria de su hermano.
Olaverría, de 42 años, envenenó a sus dos hijos, los cuales regresarían a Santo Domingo con su madre. La niña, de apenas 14 años, rogaba de rodillas no mandarla con su padre. Aunque luego accedió para no dejar a su hermanito solo.