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Comentario económico: Recomendaciones fiscales del FMI

La aplicación de medidas de austeridad, resumidas en la reducción del gasto público, tendría repercusiones negativas sobre el crecimiento de la economía

Santo Domingo.- El Fondo Monetario Internacional ha informado a los gobiernos, de economías avanzadas y emergentes, que es demasiado temprano para desconectar la ayuda que brindan a los hogares y a las empresas. La eliminación de ese tipo de transferencias puede provocar quiebra de empresas, aumento del desempleo y reducción del ingreso laboral de la población. La consecuencia inmediata sería la desaceleración del ritmo de recuperación económica post-COVID.

La aplicación de medidas de austeridad, resumidas en la reducción del gasto público, tendría repercusiones negativas sobre el crecimiento de la economía. A los políticos hay que recordarles que la economía se encuentra actualmente en un entorno caracterizado por la reducción de la demanda agregada. La disminución del gasto público acentuaría, todavía más, la caída de las actividades productivas.

En el caso de la República Dominicana, una medida de austeridad lo será la eliminación del programa Fase. Como recordatorio les digo que ese programa es un subsidio al empleo que se otorga directamente a las empresas. Ese subsidio evita que, ante el descenso de las ventas de los negocios, estos se vean en la obligación de despedir personal para reducir los gastos y evitar la quiebra.

La eliminación del programa fase, tal como informó el presidente Abinader que sucedería en enero, será tan negativa, que es muy probable que haya que reestablecerlo nuevamente. Lamentablemente, su eliminación y posterior restablecimiento sería percibido como una muestra de la inconsistencia en el manejo de la política económica. Ante la posibilidad de que ocurra ese evento, lo más recomendable es que sigan el consejo del Fondo y mantengan funcionando ese tipo de programas a favor de los agentes económicos privados.

Por otra parte, el aumento de la inversión pública, a la brevedad posible, es fundamental para la recuperación económica. El FMI estima que el aumento de la inversión pública en carreteras, escuelas, hospitales, agua, comunicaciones, electricidad, entre otros, estimulará la inversión privada, la cual está actualmente deprimida por el alto grado de incertidumbre, y le dará un empujón significativo al crecimiento del PIB, a través del multiplicador fiscal. En un reciente comentario indiqué la importancia del sector construcción para la expansión de las actividades productivas, por tanto, la combinación de la inversión pública en infraestructura con la inversión privada ayudará a revertir rápidamente la caída de la demanda agregada provocada por la pandemia del COVID-19.

Por: Jaime Aristy Escuder

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