Con una misa de cuerpo presente oficiada por Monseñor Agripino Núñez Collado, en la capilla D de la Funeraria Blandino, se dio por iniciada la despedida honorífica al General Juan Ramón de la Cruz Martínez, que acaparó dos capillas y los dos niveles de la Funeraria Blandino.
Al culminar la misa, el féretro fue trasladado a las afueras de la funeraria, donde la Policía Nacional le rindió honores por sus 33 años de servicio. Para esto fue cerrada la avenida Abraham, Lincoln, en el tramo comprendido desde la Sarasota hasta la José Contreras.
Durante la caravana fúnebre, que fue flanqueada por aire y tierra, decenas de personas se apostaron en las aceras para despedir al General.
Mientras las lágrimas se deslizaban en aquellos rostros dolidos, la banda musical de la policía rindió honores nueva vez en el campo santo, al que también se unió el mariachi favorito de De la Cruz Martínez.
El procurador Francisco Domínguez Brito; el jefe de la Policía, Manuel Castro Castillo; directores regionales, militares, policías, legisladores y amigos acompañaron en su dolor a los familiares del encargado de la dirección regional Cibao- Sur, con asiento en Bonao.
Se recuerda que el General Juan Ramón de la Cruz falleció el pasado lunes en un accidente de tránsito, cuando viajaba con uno de sus hijos y su esposa en la Autopista Duarte.
