Tumbas profanadas, basura y escombros es solo una muestra del estado de descuido y abandono en que se encuentra el cementerio Cristo Redentor.
Que los familiares puedan encontrar las tumbas de sus parientes enterrados en el cementerio, Cristo Redentor, puede convertirse en una difícil tarea por las condiciones de deterioro y descuido que muestran este campo santo.
Con parte de sus calles internas sin asfalto y con grandes cúmulos de tierra amontonadas en las aceras la última morada de algunos de ha convertido en un albergue de desperdicios.
La maleza se ha adueñado de los nichos y la inseguridad se ha apoderado de quienes acuden al cementerio hasta el punto que algunas personas entrevistadas expresaron sentirse inseguros al visitar este cementerio.
Otra situación es la cantidad de robos de hierros, puertas, ventanas y candados de las tumbas, problemática que se ha denunciado desde hace varios años, pero que parece no tener control.
Al acudir a las oficinas administrativas del cementerio Cristo Redentor nos informaron que la persona a cargo a quien solo identificaron como De la Rosa no se encontraba.
