Santo Domingo, RD.- A pesar de la mejoría de los servicios en los Centros de Retención Vehicular de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) tras el incidente que involucró al Defensor del Pueblo y equipos de medios de comunicación persiste la queja entre ciudadanos que intentan recuperar sus vehículos.
En el caso del canódromo que funciona en Villa Mella, el malestar se extiende hasta residentes en la zona, que exigen su traslado.
Con documentos en mano se acercan a la agente de turno con la fe de recuperar su vehículo. Mientras otros buscan entre el mar de carros y motocicletas, muchas de las cuales portan las conocidas canastillas de «delivery».
Es el día a día en los canódromos que administra la policía de tránsito, que a pesar de la agilización en los servicios continúan generando quejas.
Pero la inconformidad no se limita a los servicios, la ubicación de esos canódromos también provocan malestar.
En Villa Mella, por ejemplo, sus residentes insisten en la reubicación de este centro de retención de vehículos. A raíz del atropello al Defensor del Pueblo y periodistas durante un operativo de inspección en abril de este año, las autoridades anunciaron una serie de medidas para regular las operaciones de estos centros que muchos esperan terminen de concretar.
Por Karelyn Cuevas
