Santo Domingo.-El ajusticiamiento del tirano Rafael Leónidas Trujillo ocurrido el 30 de mayo de 1961 marcó un hito importante en la historia de la República Dominicana. Tras 30 años de un feroz régimen conocido como la era de Trujillo, un día como hoy hace 62 años, el pueblo dominicano finalmente se liberó de su dictadura.
Un grupo de valientes hombres, entre ellos Antonio de la Maza, Antonio Imbert, Amado García Guerrero, Salvador Estrella, Huáscar Tejeda, Pedro Livio Cedeño y Roberto Pastoriza, se congregaron rápidamente cuando Miguel Ángel Báez, otro de los conspiradores, confirmó que Trujillo viajaría esa noche a su mansión en San Cristóbal.
A las 9:45 de la noche, en el kilómetro 9 de la carretera de Santo Domingo a San Cristóbal, el vehículo de Trujillo fue emboscado y tiroteado. Aunque ese día era martes y era habitual que Trujillo pasara por ese lugar los miércoles, se precipitaron en la ejecución del plan.
Los atacantes estaban distribuidos en tres vehículos, con el primero encargado de iniciar el ataque y los otros dos de interceptar el automóvil de Trujillo. Durante el tiroteo y la persecución, uno de los automóviles se rezagó.
Sesenta impactos recibió el Chevrolet azul de Trujillo, siete el cuerpo del dictador
En medio del tiroteo y con los vehículos ya detenidos, Pedro Livio Cedeño se acercó al automóvil del dictador, pero Trujillo disparó y lo alcanzó en el vientre. A pesar de estar malherido, Trujillo logró salir del automóvil y caminar tambaleándose. Cedeño le gritó a Huáscar Tejeda que le arrollara con el automóvil, y así lo hizo. Trujillo cayó al pavimento, y Antonio de la Maza remató al tirano de un disparo en el mentón.
El vehículo Chevrolet azul de Trujillo recibió sesenta impactos, mientras que el cuerpo del dictador sufrió siete. En los días posteriores, los héroes del 30 de mayo y otros implicados en el complot fueron capturados por las fuerzas del régimen, quienes los mataron o los sometieron a torturas.
El 18 de noviembre, los conspiradores Huáscar Tejeda, Roberto Pastoriza, Salvador Estrella, Modesto Díaz, Luis Manuel Cáceres y Pedro Livio Cedeño fueron ejecutados en Hacienda María, en Nigua, San Cristóbal, por orden y con la participación de Ramfis Trujillo, hijo del dictador, quien regresó al país desde Francia tras enterarse del magnicidio.
El ajusticiamiento de Trujillo fue un evento trascendental en la historia de la República Dominicana, ya que marcó el fin de una era de represión y dictadura, y abrió el camino hacia la búsqueda de libertad y democracia en el país. Los héroes del 30 de mayo son recordados como valientes patriotas que arriesgaron sus vidas en aras de un futuro mejor para su nación.
Datos tomados de algunos artículos de la época.
