Santo Domingo, RD.– El presidente Luis Abinader, afirmó que República Dominicana «no puede» atender los servicios de salud de «dos países».
Asimismo, aseguró que su Gobierno continuará dando cumplimiento a la ley de migración que permite la deportación de ciudadanos extranjeros indocumentados.
«Nosotros estamos cumpliendo con la ley de migración y lo estamos haciendo respetando a los derechos humanos, pero el sistema de salud no puede atender a dos países», afirmó el gobernante.
Abinader aseguró que se están dando atenciones de urgencia en los hospitales dominicanos a ciudadanos indocumentados.
Sostuvo que el sistema de salud del país solo puede garantizar los servicios a quienes «pagan impuestos, a los dominicanos y a las dominicanas».
Las declaraciones del presidente dominicano indican, al parecer, que las deportaciones de haitianas embarazadas continuarán.
Daniel Rivera, ministro de Salud, afirmó que las deportaciones de embarazadas y parturientas haitianas han provocado una reducción de la afluencia en los hospitales dominicanos.
La afluencia de haitianas ha bajado hasta un 20 % en centros médicos de la capital y un 10 % en hospitales de la frontera.
La ONU manifestó su «preocupación» por la detención y deportación de embarazadas que buscaban o incluso ya recibían atención en centros de salud y hospitales en varias regiones del país, y pidió al país suspender estas acciones.
Casi 100,000 hijos de haitianas fueron registrados en el Libro de Extranjería desde 2017, donde se realizan alrededor de 36,000 partos anuales a extranjeras.
En octubre, se registraron 28,370 partos de haitianas en el país, el 30 % del total de los realizados, según estadísticas del Servicio Nacional de Salud (SNS).
Las autoridades dominicanas invierten 73 millones de dólares anuales en atenciones médicas a los haitianos, según un estudio del SNS de 2019.