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Poco caso hacen los comunitarios del sector capitalino de La Zurza a las medidas para prevenir el cólera en la zona vulnerable, que se mantiene intervenida desde hace dos semanas.
Juan Carlos Paredes hace justo una semana vivió el susto de su vida cuando su pequeña de tan solo dos años de edad contrajo el cólera.
El joven padre narra las precariedades que afrontan en La Zurza, situación que les ha llevado en más de una ocasión a buscar agua poco confiables.
Al igual que el, al otro extremo del popular balneario La Poza, que se presume contiene la bacteria, nos encontramos los testimonios de otros comunitarios que desarrollan sus quehaceres cotidianas con esas aguas.
Han sido múltiples las ocasiones en las que las autoridades han recomendando no utilizarlo, ya que la zona concentra alta incidencia de cólera, motivo por el que se han dispuesto nuevas intervenciones.
Más de 20 tinacos han sido distribuidos en La Zurza, así como estufas, cloro y otros insumos, además de la habilitación de un hospital móvil, son permanentes las labores de captación de sospechosos casa a casa y recogida de residuos sólidos.
