La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que el cáncer de mama es el más común entre las mujeres en todo el mundo, y está aumentando especialmente en los países en desarrollo, donde la mayoría de los casos se diagnostican en fases avanzadas.
Ahí, radica la importancia de las visitas regulares al ginecólogo, que deben empezar entre los 13 y los 15 años de edad. La organización explica que dentro de lo horrorosa que puede ser esta enfermedad, es uno de los pocos tipos de cáncer que se puede diagnosticar de forma precoz. Además «las posibilidades de curación de los cánceres de mama que se detectan en su etapa inicial (in situ) son prácticamente del 100%«, asegura la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).
«Lo recomendable es iniciar esta prueba a partir de los 40 años y repetirla una vez al año«, indica la especialista, doctora María Terán, del servicio de ginecología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja. Aunque, si la paciente tiene alto riesgo de padecer cáncer de mama -por antecedentes familiares u otros factores-, el especialista puede pedirlas antes de esta edad. A partir de los 55, algunos médicos pasan a hacerlas de forma bianual.
En esas revisiones rutinarias a las que toda mujer debe acudir a partir de la adolescencia, en las que el médico hará una exploración de los genitales internos y las mamas, una ecografía y una prueba de Papanicolau para detectar el cáncer de cuello uterino, llega una edad en la que también se realizará una mamografía.
Estadísticas de cáncer de mama
Solo en España se diagnostican en torno a 25.000 nuevos casos cada año, según los últimos datos de la AECC. Si miramos los datos globales del Fondo Mundial de Investigación Contra el Cáncer, la cifra asciende a 1.700.000. Lo que representa un 12% de todos los nuevos casos de cáncer y un 25% de todos los tipos de cáncer en las mujeres.
Continuamos con estadísticas. En 2004, 519.000 mujeres murieron por culpa de esta enfermedad y un 69% de ellas, la mayoría, vivían en países desarrollados. Es una enfermedad grave, pero, afirma la AECC, «se puede curar si se detecta a tiempo«.
¿Qué es la mamografía?
La mamografía es una prueba con RX de la mama que permite ver imágenes muy iniciales de cáncer de mama, como microcalcificaciones y nódulos. También ayuda a identificar quistes y patologías benigna, y ver la evolución y cambios de la mama a lo largo de los años, aclara María Terán.
