Santo Domingo, RD.- Hoy, la República Dominicana conmemora el 160 aniversario de un momento histórico que selló el coraje de miles de valientes dominicanos: la Gesta de Restauración. Este episodio trasciende en la historia del país, que tuvo lugar entre 1863 y 1865, marcó un hito en la lucha por la independencia y la recuperación de los valores trinitarios que habían sido profunda y valientemente defendidos por los antecesores dominicanos.
En 1863, con el «Grito de Capotillo«, cuando se encendió la chispa que encaminaría a la República Dominicana hacia la Guerra de Restauración. Un grupo de revolucionarios, imbuidos de un espíritu indomable, izó la bandera dominicana como un símbolo de unidad y resistencia contra la ocupación extranjera. Ese momento se convirtió en el punto de partida de un movimiento que uniría al pueblo dominicano en una lucha férrea por la recuperación de sus valores trinitarios y, sobre todo, por la ansiada Independencia Nacional.
Gregorio Luperón
En este día no se puede pasar por alto la figura de Gregorio Luperón, quien lideró con coraje y determinación a los dominicanos en la lucha titánica. Luperón se convirtió en un faro de esperanza para su pueblo, inspirando a hombres y mujeres a unirse bajo la causa de la independencia y a enfrentar las adversidades con valentía.
El 3 de marzo de 1865, España emitió el Real Decreto que anulaba el pacto de anexión, marcando un hito crucial en la historia de la República Dominicana. Este acto sentó las bases para el proceso de salida del territorio dominicano, que culminó el 10 de julio de 1865. Marcando el inicio de una nueva etapa en la historia del país: la segunda República.
En este 16 de agosto el país eleva la bandera dominicana con orgullo patrio y honra la memoria de aquellos que sacrificaron sus vidas en aras de la Independencia Nacional. La gesta de Restauración recuerda que la valentía, la determinación y la unidad son elementos fundamentales para asegurar un futuro digno y libre.
En este 160 aniversario de la Gesta de Restauración, no solo se conmemora un capítulo importante en la historia, sino que también se inspira en él para enfrentar los desafíos actuales con el mismo espíritu resiliente y tenaz que caracterizó a aquellos valientes dominicanos.
