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Violada y obligada a cargar una roca en la cabeza como «test de pureza»

La «prueba de la pureza» aún es prácticada en algunas partes de India para recuperar la «virtud manchada» de una mujer violada. El test es considerado por muchos un síntoma más de la brutalidad contra las mujeres en India.

Fue violada. Negaron su petición de aborto. Dio a luz. Le quitaron el niño. Y ahora, debe pasar un «test de santidad» con una roca de 40 kg sobre su cabeza.

La mujer, del estado de Gujarat, en el oeste de India, debe «probar su pureza» de esta forma, en frente a unas 200 personas de su aldea, para volver a vivir con su esposo, según informes en la prensa india.

No está claro cuánto durará la prueba de la roca. Durante el «test de pureza» la mujer debe responder varias preguntas y quienes estén presentes esperarán por alguna señal espiritual que indique que la mujer efectivamente ha pasado la prueba.
El polémico documental «Hija de India» fue prohibido en el país asiático, pero fue transmitido por la BBC.

El test aún practicado en Gujarat y otras partes de India es conocido como «Agnipariksha» o «prueba del fuego», y busca «probar» la virtud de las mujeres «manchadas por abuso sexual».

La práctica tiene sus orígenes en un poema hindú denominado Ramayana, en el que el personaje femenino central, Sita, hija del rey Janak, es obligada a sentarse en el fuego luego de ser secuestrada por un pretendiente.

Para muchos en India y en otros países, la prueba de la virtud es otro síntoma del trato miserable y violatorio de los derechos humanos acordados a las mujeres violadas en India.

Varios casos recientes en el país asiático han dejado en evidencia una brutalidad que desafía las palabras y han llevado a protestas multitudinarias y duras críticas al gobierno.

La trágica muerte de Jyoti

Una de las tragedias que más repercusiones ha generado en India es la de Jyoti Singh, la estudiante de fisioterapia de 23 años violada en 2012 por cuatro hombres en el autobús que tomó con un amigo para regresar a su casa en Delhi.

Cuatro hombres fueron condenados a muerte por la violación y tortura de una estudiante en un autobús en Delhi en 2012. Uno de ellos, Mukesh Singh, tercero desde la izq., dijo que la culpa fue de la joven y que "una mujer violada no debe defenderse".
Cuatro hombres fueron condenados a muerte por la violación y tortura de una estudiante en un autobús en Delhi en 2012. Uno de ellos, Mukesh Singh, tercero desde la izq., dijo que la culpa fue de la joven y que «una mujer violada no debe defenderse».

Jyoti murió de sus brutales heridas. Uno de los violadores introdujo su mano por la vagina de la joven y de un tirón extrajo parte de sus intestinos.

La falta de respeto a los derechos de la mujer está enraizada profundamente en algunos sectores de la sociedad, como dejó en evidencia el polémico documental de la directora británica Leslee Udwin sobre la violación de Jyoti Singh.

El documental, titulado «Hija de India», fue prohibido por las autoridades en India, pero fue transmitido en marzo de este año por la BBC.

En el film se ve una entrevista con uno de los hombres condenados a muerte por el ataque, Mukesh Singh, quien abiertamente culpa a la joven.

Miles de mujeres y hombres salieron a las calles a exigir al gobierno medidas enérgicas contra los violadores.

«Si una mujer está siendo violada, no debe intentar defenderse. Debe permanecer en silencio y permitir la violación», dijo Mukesh Singh desde la cárcel.

«Y luego será dejada por algún sitio cuando acaben con ella».

«¿Qué hacía ella en un autobús a las 9 de la noche? El lugar de una mujer es en la casa haciendo trabajo doméstico», agregó.

Delhi es considerada la capital de la violación en India y algunas ONGs estiman que al menos una mujer es violada en la ciudad cada 14 horas.

A pesar de ello, solo hubo una condena por violación en 2012, según cifras oficiales.

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