Afganistán.- Unos 3.2 millones de niños menores de cinco años están en riesgo de sufrir desnutrición grave a finales de año como consecuencia de la severa crisis humanitaria que vive el país.
Crisis acrecentada tras la toma de poder por los talibanes el pasado 15 de agosto, alertó UNICEF.
«Se estima que 3.2 millones de niños menores de cinco años sufrirán desnutrición aguda a finales de año», indicó la organización internacional.
Al menos un millón de ellos «corren el riesgo de morir» si no son tratados de manera inmediata, añadió UNICEF.
La organización subrayó que la crisis humanitaria en Afganistán, acentuada tras la llegada al poder de los islamistas, se ha convertido en una «triple crisis».
Esta debido a los «problemas de sequía y la consiguiente escasez de agua, las devastadoras consecuencias socioeconómicas de la COVID-19 y la llegada del invierno».
Los datos del Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA) añaden que el 95 % de los hogares en Afganistán no consumen suficientes alimentos.
Además, indica que los adultos se ven obligados a saltarse las comidas «para que sus hijos puedan comer más».
«A medida que más familias luchan por tener comida en la mesa, la salud nutricional de las madres y sus hijos empeora día a día», Hervé Ludovic De Lys, representante de UNICEF Afganistán.
De hecho, la organización alertó de que el país se enfrenta a un brote de sarampión que se está extendiendo rápidamente.
Mitad de todos los niños están vacunados contra sarampión
Según UNICEF, «solo la mitad de todos los niños menores de un año en Afganistán están completamente vacunados contra el sarampión».
Las tasas de inmunización en Afganistán disminuyeron en 2020 debido al COVID-19 y el aumento de la violencia e inseguridad» en el país, anotó UNICEF.
La ONU organizó una conferencia en septiembre para recaudar ayuda humanitaria para Afganistán, y consiguió promesas de más de mil millones de dólares en asistencia.
Sin embargo, UNICEF Afganistán dijo que hasta ahora solo se ha recibido el 22 % de esos fondos.
Fuente: EFE
