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Suspenden en Polonia a cura que se declaró homosexual

El obispo de Pelplin (Polonia), Ryszard Kasyna, ha suspendido del ejercicio del sacerdocio al cura y teólogo Krysztof Charamsa, que hizo pública su homosexualidad y confesó que tenía una pareja.

Kasyna ha enviado a Charamsa por correo electrónico una carta, a la que ha tenido acceso Efe, en la que le comunica su suspensión por defender postulados contrarios a la doctrina de la Iglesia.

Charamsa había sido expulsado de la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano donde trabajaba y también era profesor de Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.

El prelado ha prohibido igualmente al sacerdote poder vestir hábito religioso o indumentaria eclesial.

Charamsa declaró a Efe en Barcelona que “en la práctica de la Iglesia no hay ninguna esperanza real de poder presentar recurso ni pedir explicaciones sobre una pena considerada injusta, especialmente cuando no se especifican las razones concretas ni se precisan las causas de dicha pena”.

El sacerdote, que se ha trasladado a vivir a Barcelona, la localidad donde reside su pareja, señaló que “en Polonia los obispos desde hace mucho tiempo promueven, o simplemente no reaccionan, ante el lenguaje católico de odio contra las minorías sexuales”.

El obispo de Polonia ya había anunciado a Charamsa el pasado día 10 que estaba “cometiendo errores doctrinales contrarios a la Sagrada Escritura y a la enseñanza de la Iglesia” y le pidió al sacerdote que recuperara “la correcta enseñanza de la Iglesia”.

Charamsa, al considerar que era una acusación muy genérica, pidió a su obispo que especificara “qué verdades de la Escritura y de la enseñanza de la Iglesia no estaba respetando” para poder preparar sus alegaciones, al tiempo que solicitaba a los prelados polacos que “dejaran la promoción del lenguaje del odio y violencia propio de la homofobia, que es contrario a la Sagrada Escritura”.

El sacerdote recibió el pasado lunes la respuesta en forma de un decreto de suspensión del ejercicio de sus funciones sacerdotales, lo que, según Charamsa, “confirma la falta de discusión en la Iglesia sobre la natural y sana orientación sexual, la cuestión de las minorías sexuales y sus derechos, tanto en la sociedad como en la Iglesia, y el respeto de la dignidad de las personas que no son heterosexuales”.

“En la Iglesia es evidente que un sacerdote no puede salir del armario y declarar públicamente que es gay. No importa si tiene pareja o no. Para la Iglesia declarar la propia homosexualidad significa promocionar la homosexualidad”, dijo Charamsa, que ha recordado que la Congregación de la Doctrina de la Fe ya redactó en 2005 una instrucción que prohíbe a las personas homosexuales acceder al sacerdocio católico.

“En la situación actual no importa si presenté a mi pareja o no. Yo no podía salir del armario de ningún modo sin ser castigado”, afirmó el cura, que, sin embargo, no entiende “cuál es la acusación” por la que ha sido suspendido como sacerdote.

En los diversos escritos que Charamsa ha cruzado con su obispo desde que el pasado 3 de octubre revelara su homosexualidad, monseñor Kasyna pidió al cura el pasado día 12 que se presentara en Polonia, a lo que el sacerdote respondió que no podía hacerlo por falta de recursos económicos.

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