Un fuerte terremoto de 6,6 grados de magnitud sacudió el centro de Italia este domingo, hiriendo al menos a 20 personas, en el temblor más fuerte en el país en más de tres décadas.
Los servicios de bomberos y de rescate dijeron que seis personas fueron rescatadas de entre los escombros en Norcia, unos 6 kilómetros al norte del epicentro. No hubo reportes inmediatos de muertes, pero el jefe de protección civil, Fabricio Curcio, advirtió que algunas aldeas quedaron aisladas por cortes en las carreteras, y el impacto aún no se había evaluado.
Con las carreteras cerradas por la caída de escombros, los helicópteros sirvieron de transporte para los heridos al hospital de Foligno, a unos 30 kilómetros al noroeste, dijo Curcio.
La parte central de la basílica de San Benedetto en Norcia, que recibe muchos visitantes, quedó prácticamente derruida y solo su fachada se mantuvo.
El sismo se sintió en lugares tan al norte como los Alpes, dijo Curcio, y hasta el sur de Roma a unos 90 kilómetros de distancia. El metro en Roma fue cerrado mientras las autoridades continúan inspeccionando la zona, dijeron las autoridades municipales.
Muchos de los residentes de la región ya habían sido evacuados a campamentos de emergencia y habitaciones de hotel pagadas por el gobierno después de los temblores de la semana pasada, y las escuelas habían cerrado en previsión de fuertes réplicas.
El centro de Italia está acostumbrados a eventos sísmicos en su región, pero no tantos en un espacio tan corto de tiempo.
Unos 13 millones de personas sintieron un débil movimiento en la tierra en los lugares más alejados, mientras que aquellos más cerca del epicentro habrían experimentado fuertes sacudidas.
El terremoto se produjo a una profundidad de 10 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos, por lo que el epicentro fue relativamente poco profundo. En general, cuanto más superficial, más se siente y más daño puede causar.
