Ray Brown subió al metro de Londres en la londinense estación de Deptford. Su destino era Stockwell, ya que tenía como objetivo visitar a su tía. Como suele hacer, el joven de 22 años iba escuchando música y «pensando en mis cosas», tal y como ha declarado a Standard News.
Tan ensimismado en sus pensamientos iba Brown, que no se percató que el resto de pasajeros del vagón habían entrado en pánico al verle entrar en el tren: El joven portaba un paraguas cuyo mango es similar al diseño del mango de una katana.
Pensando que Brown portaba un arma de filo, la paranoia se disparó y la policía fue avisada.
Tal y como cuenta el Daily Mail, el tren no llegó a salir de la estación de Deptford, ya que fue inundado por agentes de policía. En su blog personal Brown narra que los agentes le registraron un total de seis veces hasta percatarse que el objeto del revuelo era su paraguas.
Alabando la profesionalidad de la policía, el joven explica que le gustan los objetos prácticos, pero que llamen la atención, de ahí el por qué de que su paraguas se parezca a una espada samurai.
Asimismo, dice comprender el temor del resto de pasajeros, especialmente después de los apuñalamientos que hubo hace unos días en la estación de Leytonstone y que se está investigando como un ataque con tintes terroristas.
