JERUSALEN.– Un palestino armado con un cuchillo murió baleado después de acercarse a un puesto fronterizo entre Cisjordania e Israel y tratar de apuñalar a los guardias en el lugar, indicó la policía israelí el sábado. El incidente sucedió cuando los soldados israelíes cada vez son más criticados por el uso de fuerza excesiva para sofocar la ola de violencia palestina.
Ningún israelí resultó herido en el intento de ataque en el cruce de Gilboa, dijo la portavoz policial Luba Samri. Se trata del último en una serie de ataques palestinos que comenzaron a mediados de septiembre y que se vieron acompañados de disturbios generalizados, incluidos choques entre palestinos que lanzaban piedras y tropas israelíes.
En total, 11 israelíes han muerto en ataques palestinos, la mayoría con arma blanca, y 67 palestinos murieron por fuego israelí. Israel identificó a 41 de los palestinos fallecidos como implicados en ataques o intentos de ataque.
Israel atribuye las agresiones palestinas a lo que considera una incitación en su contra por parte de líderes religiosos y políticos palestinos. Los palestinos dicen que la violencia se ve impulsada por la frustración y la desesperanza de la gente ante medio siglo de gobierno militar israelí sin un final a la vista.
El tiroteo del sábado llega tras un día de tensiones el viernes donde mataron a tiros a dos personas sospechosas de apuñalamiento y otras 19 fueron heridas por fuego israelí en enfrentamientos en Cisjordania, de acuerdo con el Ministerio de Salud palestino.
La Foreign Press Association comentó que agentes fronterizos israelíes han agredido a varios periodistas que cubren algunos de los choques cerca de Ramala. Agregó que camarógrafos, un reportero televiso y un fotógrafo fueron golpeados, pateados y les rociaron gas pimienta en las caras.
Grupos de derechos humanos recientemente acusaron a soldados israelíes de usar fuerza excesiva, una acusación que el ejército israelí negó.
Amnistía Internacional dijo que cuatro tiroteos recientes que están siendo investigados «parecen haber sido ejecuciones extrajudiciales». El ejército israelí rechazó con enojo las acusaciones al decir que «acusaciones indignantes, no confirmadas y anónimas se han convertido en una exagerada respuesta palestina ante una realidad en donde los israelíes en semanas recientes han sido apuñalados, acuchillados, disparados, tasajeados y arrollados».
