La decisión de Gran Bretaña de abandonar la Unión Europea y la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos han transformado al mundo en un año, dijo el lunes la primera ministra británica Theresa May, en un discurso en el que afirmó que los gobiernos deben escuchar las preocupaciones de sus pueblos sobre las consecuencias de la globalización en los empleos y las comunidades.
Durante un importante discurso sobre política exterior pronunciado en el banquete anual del Lord Alcalde de Londres, May dijo que «vienen cambios» y «responder es la labor de los políticos«.
La primera ministra indicó que Gran Bretaña defenderá el libre comercio al tiempo que administrará «a las fuerzas de la globalización a fin de que funcionen para todos«.
El discurso tiene lugar en momentos en que el gobierno británico intenta construir puentes con el presidente electo de Estados Unidos, cuya victoria ha sorprendido e incluso alarmado a muchos políticos europeos.
El canciller británico Boris Johnson dijo el lunes que es «muy importante no prejuzgar al presidente electo ni a su gobierno«. Y la vocera de May, Helen Bower, dijo que la primera ministra quiere «una relación de trabajo fuerte y eficiente» con el próximo presidente de Estados Unidos.
May y Trump conversaron por teléfono el jueves, un día después del triunfo electoral del magnate. Pero esa llamada tuvo menos repercusión mediática que el encuentro de Trump el sábado con Nigel Farage, dirigente del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP por sus siglas en inglés), que tuvo un papel clave en la decisión británica de salir de la Unión Europea.
El UKIP emitió un comunicado jubiloso acompañado por una foto de los dos hombres, los cuales sonreían ampliamente frente a un ascensor dorado en la Torre Trump en Nueva York.
May rechazó con firmeza las propuestas de que aproveche a Farage —enemigo político del Partido Conservador al que ella pertenece— como intermediario con el equipo de Trump.
Trump dijo a May que «él espera tener la misma relación cercana que (Ronald) Reagan y (Margaret) Thatcher«, según Bower.
«No recuerdo que hubiera habido un tercero en aquella relación«, subrayó Bower.
May, quien asumió el cargo de primera ministra tras la renuncia de David Cameron después de que éste perdiera el referéndum sobre la permanencia de Gran Bretaña en la UE, ha subrayado la necesidad de ayudar a quienes se sienten rezagados por los cambios económicos y sociales de las últimas décadas.
Los años de recesión e incertidumbre económica desde la crisis financiera global de 2008 contribuyeron a alentar los resentimientos que impulsaron los triunfos de Trump y el Brexit.
May afirmó durante la cena de gala en el ayuntamiento medieval de Londres que «nos encontramos en un mundo transformado«.
No queda claro si el compromiso de May con el libre comercio compaginará con Trump, quien se comprometió en su campaña a impulsar la industria de Estados Unidos y restaurar los empleos perdidos en su país ante la globalización.
